Por primera vez se confirmó la presencia de una población de danta de montaña (Tapirus pinchaque) en el norte del Huila, gracias al monitoreo comunitario que lideran habitantes de Íquira y al acompañamiento técnico de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM).
El hallazgo se produjo en el Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) Cerro Banderas – Ojo Blanco, ubicado entre los municipios de Íquira y Teruel, donde fueron instaladas cámaras trampa que captaron a un macho y una hembra de esta especie, ambos en aparente buen estado de salud.
El descubrimiento representa un hecho sin precedentes para la conservación en la región, ya que constituye el primer subnúcleo poblacional confirmado en el norte del departamento y el octavo registrado en todo el Huila, bajo jurisdicción de la CAM.
El registro fue posible gracias a la labor del grupo comunitario Briodiverso, conformado por niños, jóvenes y adultos de Íquira, quienes, con el apoyo de la CAM, Áreas Protegidas Santa María Huila y la Red Acrenash, instalaron dispositivos de monitoreo en zonas estratégicas del DRMI.
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“Durante una excursión de cuatro días instalamos cámaras trampa y obtuvimos imágenes de un macho y una hembra de danta en muy buen estado. Fue una experiencia inolvidable”, relató Óscar Fabián Cadena, integrante del grupo Briodiverso.
La danta de montaña está catalogada como En Peligro (EN) por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y en el Libro Rojo de Mamíferos de Colombia, debido a amenazas como la pérdida de hábitat, la cacería y la expansión agropecuaria.
Se estima que en toda su área de distribución quedan menos de 2.500 individuos maduros, con una tendencia poblacional decreciente.
La CAM destacó que la articulación entre comunidades locales, instituciones ambientales, academia y organizaciones de conservación será determinante para garantizar la permanencia de la danta de montaña y la restauración de los ecosistemas altoandinos del Huila y el Macizo Colombiano.
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