Por: HAROLD SALAMANCA
La expedición de la Resolución 039 de 2025 por parte del Ministerio de Salud y Protección Social representa un hito en la legislación colombiana y un gran avance en la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Esta nueva normativa reconoce la autonomía progresiva de los menores en la toma de decisiones sobre su salud, permitiendo que participen activamente en asuntos que les afectan directamente.
Un aspecto fundamental de esta resolución es la regulación del asentimiento pediátrico y el consentimiento informado. Históricamente, este último ha sido un obstáculo para mejorar los índices de vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). Durante años, la necesidad de autorización por parte de los padres ha limitado el acceso de los menores a esta vacuna, lo que ha contribuido a mantener bajas coberturas y ha dejado a miles de adolescentes en situación de vulnerabilidad frente a enfermedades prevenibles, como el cáncer de cuello uterino y otros cánceres asociados al VPH.
La nueva resolución cambia el panorama. Al establecer que los menores pueden consentir la aplicación de la vacuna sin la presencia de un adulto, se garantiza un acceso más amplio y expedito a esta herramienta de prevención. Este avance además de fortalecer el derecho a la salud de los menores, también promueve su autonomía y capacidad de decisión responsable sobre su propio bienestar.
Además, esta regulación plantea un reto importante para el sistema de salud. Las entidades prestadoras de servicios de salud, los profesionales médicos y las familias deben adaptarse a esta nueva realidad, asegurando que la información proporcionada a los menores sea clara y comprensible, de manera que puedan tomar decisiones informadas. También representa un desafío para los jueces, quienes deberán interpretar y aplicar este marco normativo en casos donde se presenten conflictos entre la voluntad del menor y la de sus representantes legales.
Celebramos este gran paso como sociedad. Esta resolución fortalece los derechos de los niños y adolescentes, fomenta su participación en decisiones trascendentales para su bienestar y, sobre todo, nos permite avanzar en la eliminación de cánceres prevenibles causados por el VPH. Sin duda, se trata de un antes y un después en nuestra legislación sanitaria. Ahora, la tarea es garantizar su implementación efectiva y trabajar unidos en la construcción de una sociedad que priorice la vida y la salud de sus menores y de las mujeres. hsalamanca@fundacionsalbo.org








