Nunca en la historia republicana de Colombia, habíamos tenido un presidente que le gustara viajar mucho por los diferentes países del mundo, con el fin de atender los compromisos internacionales, por cuenta de los recursos del Presupuesto General de la Nación, cuya fuente de financiación son los tributos que pagamos con mucho esfuerzo al fisco nacional. En todos los viajes que realiza el presidente Gustavo Petro Urrego, siempre va acompañado de una amplia fronda burocrática, cuyos resultados los desconoce la sociedad colombiana. No acababa de llegar a Colombia el pasado lunes de un amplio periplo por algunos países del Medio Oriente, cuando al siguiente día estaba alistándose para viajar al Brasil a cumplir compromisos con el presidente Lula Da Silva. Se completa en 38 meses, 74 viajes por el mundo. De acuerdo con los diferentes actores de la vida pública, han sido ineficaces e improductivos los resultados porque no se han conseguido beneficios económicos para mejorar la calidad de vida de las familias colombianas. Mientras tanto, los problemas estructurales que presenta el país en materia social, económico, infraestructura, orden público, escándalos de corrupción, continúan deteriorando el ambiente nacional, sin que exista un norte para reorientar su accionar gubernamental, que hasta el momento ha sido un desastre e inoperante para dar respuestas a las crecientes demandas que diariamente se incrementan y que están colocando en peligro la estabilidad del territorio colombiano.
Igualmente, se sigue debilitando el panorama político para que el legislativo apruebe las grandes iniciativas que ha presentado y que se encuentran sin el respaldo suficiente para su aprobación. Solo con trinos descontextualizados e irrespetuosos emitidos desde los lugares externos donde se encuentra gozando de las mieles del poder, contribuyen a generar una mayor polarización entre los sectores políticos del país. El territorio colombiano parece que se encuentra al garete, porque no encuentra el líder que se necesita para conducir y afrontar los destinos de una sociedad que se encuentra sometida a las organizaciones criminales.
Lo que si lo tiene muy preocupado al presidente de la República, es la inclusión a la Lista Clinton con su esposa Verónica, su hijo Nicolás y el ministro del Interior, Armando Benedetti, que les ha generado una muerte automática en el sistema financiero nacional e internacional. Igualmente, el aislamiento internacional con los países amigos de los Estados Unidos. Las mismas compañías que suministran combustibles en los principales aeropuertos del mundo, les están negando este servicio al avión presidencial, generándoles cambios de sus rutas a sus destinos. Respetuosamente le sugerimos bajarles intensidad a estos viajes. Cada vez es mayor la presión del país del Tío Sam en contra suya. Es inconveniente que siga expresando su inconformidad a través de los trinos y las alocuciones presidenciales, expresando mensajes llenos de ofensas y resentimientos contra el presidente Donald Trump. Utilice los canales diplomáticos.







