La opinión pública internacional está a la expectativa de la presencia militar más grande de los Estados Unidos en el mar del Caribe, con el despliegue de toda infraestructura militar de alta tecnología guerra, que a partir de hoy estarán frente a las costas de Venezuela, para controlar el alto flujo de narcotráfico que sale del hermano país para los mercados estadounidenses. Las agencias de inteligencia norteamericana han expresado que tienen evidencias de que el Cartel de los Soles, que dirige el Dictador Nicolás Maduro, está generando afectación a las nuevas generaciones estadounidenses. Pero la preocupación de las autoridades venezolanas es que esta estrategia sea para impulsar una invasión para extraer a los gobernantes de facto y a sus secuaces que tienen implementada la autocracia y el dominio de todos los poderes públicos para perpetuarse en el poder de manera indefinida.
Pero, las declaraciones de senadores y algunos funcionarios del país más grande del planeta de que se le acerca el fin de la dictadura de Maduro y su séquito antes del mes de diciembre del presente año nos permiten afirmar algo diferente. Los medios de comunicación y expertos en materia militar, éste será el preámbulo de las más grande ofensiva para extraer al dictador y a sus colaboradores para restablecer la democracia venezolana. Podemos inferir, que esta será la más grande ofensiva militar de los Estados Unidos, desde la segunda guerra mundial y el conflicto en el Vietnam. Consideramos que este evento, no va a ser gratuito. Algo de fondo va a suceder. Algunos expertos, consideran que ya se tiene prevista la hora cero, para iniciar la invasión al pais vecino. Vamos a ser espectadores de un plan de acción bien estructurado. Así el dictador, exprese a través de los medios de comunicación su disfrazado optimismo con su equipo colaborador, lo que, si es real, es que, al interior del Chavismo, existe un temor generalizado por los efectos contundentes que afectarían su estabilidad política y económica, por el contundente golpe que les puedan propinar a la dictadura. Recuerden que sería una pelea totalmente dispareja. Como decían nuestros ancestros: sería la pelea entre un burro amarrado y un tigre suelto”.
Igualmente, el aumento de la recompensa por la cabeza de Maduro a 50 millones de dólares y en menor cuantía por sus colabores cercanos, han enviado un mensaje bastante alentador para los caza recompensas a nivel mundial, que los tiene bastante preocupados. Podemos inferir también que la designación de su cartel de los soles, como organización narcoterrorista extranjera ha enviado un mensaje positivo, a estos grupos mencionados, lo cual permitiría que el ganador de las anteriores elecciones presidenciales Edmundo González, asuma el poder que le confirió el constituyente primario en las pasadas justas electorales y que Nicolás Maduro se haya autoproclamado como dictador de Venezuela.
