Diario del Huila

Prepagos: lago de pasiones inconfesables y funestas

Jun 2, 2025

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Por: GERARDO ALDANA GARCÍA

Ah sexo fulgurante, regalo de dioses innombrables, cuánta dicha a hombres y mujeres trae, tanto dolor a la humanidad puede infligir. Para civilizaciones antiguas fue sagrado, y para otras, escenario en donde cantaban las pasiones inconfesables del individuo que las guardaba para sí, a la espera de entregarse pleno al desvarío de emociones soñadas y que solo la vivencia bajo sombras garantizaba su secreto.

La humanidad, casi entera, no encuentra aún el camino de la felicidad, de la armonía desde la práctica de una sexualidad equilibrada y responsable. Pululan por todos lados campañas que esgrimen como definición de la frase: Sexo Responsable, toda suerte de prácticas tendientes a un sexo que no exponga la integridad de la salud, por ejemplo: Es una práctica sexual informada, consensual y orientada al bienestar físico, emocional y social de todas las personas involucradas. Bajo la licencia de postulados como este, el individuo de la modernidad recurre a diversas formas de praxis del sexo en donde matices como la infidelidad que, en indeterminados casos, genera traumatismos en la pareja y en la familia, con inexorable extensión nociva a la sociedad, son un ejercicio constante en diversos países, incluso en innumerables casos de infidelidad consensuada, ejemplo, las famosas parejas swingers.

Y una de las variantes de práctica sexual con orígenes en Colombia, desde la década de los 80s, acrecida en los 90s y masificada desde el 2000, es a la que se accede desde la transacción conocida como Prepago. Hombres y mujeres, de diversas edades, ofrecen su cuerpo, al que llaman servicios, para entregarse como instrumento de satisfacción de personas que, al parecer, encuentran en este canal de sexo clandestino, la felicidad que no encuentran con su pareja o en la soltería, o en la vocación homosexual que se niegan a visibilizar ante la sociedad. Esta práctica hace que, quien accede a ella, mantenga permanentemente una doble faz, una doble personalidad; y, aunque en muchos casos no es descubierta, hay manifestaciones de la energía de la que se carga cada vez que vive una nueva experiencia furtiva, y que lleva a su hogar para ser percibida por el consorte, impulsando un ambiente enrarecido traducido en traumatismos de la pareja y el hogar.

Y junto con los efectos negativos derivados de un sexo incorporado de esta manera a la vida del individuo, afloran terribles prácticas de explotación sexual de menores de edad, quienes, reclutados estratégicamente por empresarios de la prostitución, o incluso por el deplorable negocio de Trata de Blancas, vinculando una población joven carente de educación y fundamentación de valores capaces de afianzar el respeto de su propio cuerpo y de su personalidad. Por el contrario, la juventud es inducida a la desventura bajo el postulado del derecho a ella, a la Libre Personalidad, haciendo que, como un pequeño roedor se embelesa con el sonido de un cascabel o su forma que simula un gusano, es devorado por la encantadora serpiente.

Expertos sostienen que, formas de práctica del sexo moderno en diversas excentricidades y negocios, hacen que la sociedad esté enferma; y no solo de padecimientos venéreos, algunos de ellos fatales, sino también de su alma colectiva concebida desde los estados psicológicos alterados por la inseguridad y la desconfianza que suelen expresarse en situaciones de pareja como: falta de apetito sexual, impotencia, desprecio y maltrato verbal, etc. En el mismo sentido, la ciencia que modernamente se ocupa del estudio de la energía en dimensiones cuánticas, ha probado cómo los estados psicológicos de una persona que vive fingiendo, mintiendo sobre su real dimensión sexual, esté casi de que forma permanente viviendo pánico, temor a ser descubierto, que configuran estrés, por lo que lleva al organismo a una situación de defensa con la que precisa la secreción de la hormona esteroidea conocida como Cortisol que protege al organismo de este tipo de situaciones, y que, al permanecer de forma constante en él, termina afectando incluso el sistema inmunológico.

Llama poderosamente el auge del negocio sexual prepago que funciona en Neiva. Basta para ello visitar internet y encontrar decenas de páginas que ofertan a hombres y mujeres, jóvenes, damas adultas, universitarias, estudiantes de colegio, hasta niños. Y la sociedad, expresada en muchos legisladores y políticos, en padres de familia, en docentes, militares y funcionarios o empresarios, sigue previniendo a la juventud del riesgo de este tipo de negocio que desnaturaliza al ser humano; mientras en la clandestinidad, suelen validar, celebrar y sufrir.

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