La alarmante ola de homicidios en Palestina (Huila) no solo refleja un problema local, sino un síntoma más amplio de violencia y control territorial que persiste en regiones vulnerables de Colombia, el asesinato de 10 personas en lo corrido de este 2025, tiene en alerta a las autoridades.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
En los últimos meses, el municipio de Palestina, en el sur del Departamento del Huila, ha sido escenario de una escalada alarmante de violencia. Varios hechos recientes revelan que la crisis de seguridad, con homicidios y enfrentamientos armados, se agudiza, generando profundo temor entre sus habitantes y poniendo nuevamente en jaque el orden público.
El 22 de noviembre se presenta un homicidio con arma de fuego. La víctima es identificada como Mario Aguilar Aguilar de 51 años de edad en zona rural del municipio de Palestina, específicamente en la vereda del Tabor, ubicado aproximadamente a 50 minutos del perímetro urbano del municipio.
De acuerdo con la versión que se pudo obtener de los familiares, dos personas desconocidas en una motocicleta llegaron a la residencia, pidieron una herramienta y sin mediar palabra le dispararon en repetidas ocasiones.
Según lo manifestado por los familiares de la víctima, no se tiene conocimiento a que el hoy occiso hubiese recibido exigencias económicas o extorsiones por parte de grupos armados ilegales, además de que no presentaba problemas con personas de la zona.
El cuerpo fue trasladado en ambulancia hasta el hospital del municipio de Palestina para la realización de los actos urgentes por parte del cuerpo técnico de investigación.
“Esperamos que las investigaciones continúen y que podamos no solamente identificar, sino capturar y poner a buen recaudo de las autoridades a los responsables de estos graves hechos”, indicó Juan Carlos Casallas, secretario de gobierno del Huila.
A su vez, el funcionario dio a conocer que en lo que va corrido del año, a la fecha se reportan 10 homicidios en el municipio de Palestina de dos que ocurrieron el año pasado, lo que representa un incremento del 350%.
“Por supuesto una especial atención y preocupación por parte de las autoridades ante estos hechos que se han registrado en lo corrido de estos meses, el aumento del 350% es preocupante”, precisó el secretario de gobierno del Huila.

Masacre que perturbó la tranquilidad
El sur del departamento del Huila enfrenta una nueva escalada de violencia tras el asesinato de tres personas y siete más heridas en la vereda Samaria, jurisdicción rural de Palestina.
Este ataque ocurrió en la madrugada del pasado domingo 28 de septiembre, y se suma a otros dos episodios similares ocurridos en la región en los últimos meses, ha encendido las alarmas de las autoridades y la comunidad local.
Según el reporte oficial, el ataque se produjo en un establecimiento nocturno donde varias personas compartían. Hombres armados irrumpieron en el lugar y, sin previo aviso, abrieron fuego contra una de las víctimas.
Así lo relató el coronel Carlos Eduardo Téllez Betancourt, comandante del Departamento de Policía Huila, en ese entonces “en la vereda Samaria, ubicada en zona rural del municipio de Palestina, Huila, aproximadamente a 30 minutos del casco urbano, en la madrugada del domingo 28 de septiembre se registró un lamentable hecho de violencia en un establecimiento público, donde perdieron la vida tres personas y otras más resultaron lesionadas con arma de fuego”.
Durante su huida, los agresores dispararon nuevamente, lo que provocó que más asistentes resultaran heridos, entre ellos, dos personas que fallecieron en el acto.
En el hecho murieron Jhonatan Edinson Correa Abasolo (28 años), Eliacid Cuaji Mazabel (53 años) y Rodrigo Celis Vargas (39 años). Además, fueron reportadas siete personas heridas, muchas de las cuales fueron trasladadas a hospitales en Palestina y Pitalito.
La magnitud del ataque ha generado preocupación por el impacto en la tranquilidad y el orden público de la zona. Las autoridades han iniciado investigaciones para identificar a los responsables y esclarecer los motivos detrás de esta masacre.
El coronel Téllez Betancourt detalló que “en este momento, la Policía Nacional, junto con las autoridades locales y judiciales, adelanta las labores de verificación y recolección de información con la comunidad, testigos y personas lesionadas, con el propósito de esclarecer lo ocurrido e identificar a los responsables de este repudiable hecho”.
Este episodio eleva a cinco el número de masacres registradas en el Huila en lo que va del año. La primera se reportó el 20 de julio en la vereda Palmito, municipio de Timaná, donde tres personas fueron asesinadas mientras se desplazaban en una cuatrimoto por la vía que conecta con Pitalito. Posteriormente, el 25 de julio, en la vereda El Salado, zona rural de La Plata, hombres armados acabaron con la vida de cuatro personas, luego en la comuna 9 de la ciudad de Neiva hubo cuatro víctimas, y recientemente el 8 de noviembre en Suaza, tres personas fueron asesinadas.
La comunidad ha expresado su preocupación por la inestabilidad, especialmente en zonas rurales donde la presencia estatal es débil. Líderes locales advierten que la violencia está aumentando y alertan sobre un posible desbordamiento del control institucional.
ONU hizo un llamado al Gobierno Petro
El último bloqueo total en la carretera que une La Plata y el corregimiento de Belén, en el departamento del Huila, ha puesto en alerta a organismos internacionales.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia formuló un llamado urgente para proteger a la población de este sector, luego de que el sábado 20 de septiembre de 2025 una serie de vehículos, incluyendo motocicletas y camiones, restringieran el tránsito por completo, exponiendo a los habitantes y a los viajeros a una situación de vulnerabilidad sin precedentes.
El episodio, ocurrido en el tramo conocido como La Balastrera, desencadenó la preocupación de la ONU, que por medio de su cuenta oficial en X insistió en la urgencia de resguardar los derechos y la integridad de la comunidad.
“Urgen medidas inmediatas para garantizar los derechos de la población”, expresó el organismo, haciendo énfasis en la necesidad de acciones estatales bajo el marco del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y los Derechos Humanos. La ONU instó explícitamente al gobierno a actuar “con estricta observancia del #DIH y el Derecho Internacional de Derechos Humanos”.
La escalada de tensión se remonta a disturbios registrados en Belén dos días antes del bloqueo, donde la población civil lidia con amenazas continuas y el deterioro de su seguridad cotidiana.
El comunicado de la ONU fue acompañado de un pedido directo a los actores armados presentes en la región, solicitando el respeto absoluto a la integridad de la población local: “Llamamos a los grupos armados no estatales a respetar a la población civil y a observar el #DIH y los #DDHH”, publicó el organismo en X, etiquetando a @mindefensa, @MinInterior, @petrogustavo y @ComisionadoPaz.
Según informaciones suministradas por las autoridades regionales, detrás de la asonada se encontraría el grupo armado residual GAOR-r Fernando González Acosta. Estos actores estarían impulsando el bloqueo como parte de una estrategia para consolidar control en corredores clave entre Huila y Cauca, lo cual facilitaría el fortalecimiento de economías ilícitas relacionadas con el tráfico de drogas, secuestros y homicidios. Las autoridades sostienen que estos hechos también buscan frenar las operaciones oficiales de control territorial en la zona.

Palestina, epicentro del conflicto
Palestina se ubica en el sur de Huila. La región, denominada Macizo Colombiano, se caracteriza por su biodiversidad y por la ancestralidad indígena. Su ubicación geográfica fue determinante y estratégica para los grupos ilegales, convirtiéndose en un paso obligado de estructuras armadas al servicio de economías ilegales.
La violencia, durante las últimas décadas, convirtió a Palestina en el epicentro del conflicto armado con el enfrentamiento de las FARC-EP, el ELN, el EPL, el M-19 y el Movimiento Armado Quintín Lame (MAQL). La desaparición forzada y el reclutamiento de jóvenes fueron las prácticas más recurrentes contra los habitantes. La violencia también provocó desplazamientos forzados, despojos de tierra y violencia política contra integrantes de la Unión Patriótica.
Según cifras de la Unidad de Víctimas, hay 2.306 víctimas del conflicto armado en este municipio. Los hechos más declarados son: el desplazamiento forzado con 2.031 casos, 337 homicidios, 118 víctimas de amenazas y 39 casos de desaparición forzada. Aun así, en un informe entregado a la Comisión, la asociación Conpazcol (Comunidad Construyendo Paz) y las comunidades de la Zona de Biodiversidad la Esperanza de Palestina han documentado cerca de 100 nuevos casos, entre desapariciones, asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, torturas, masacres y detenciones ocurridas entre 1982 y 2007.
Impacto en la comunidad
Los habitantes de Palestina están viviendo con temor. El acceso a servicios, la seguridad en sus fincas y la libertad de movilización se ven cada vez más amenazados. Para muchos, estas muertes recientes no son hechos aislados, sino la consecuencia de una crisis estructural de violencia armada que permanece latente.
Además, la presencia de estos hechos hace más difícil impulsar proyectos de desarrollo, turismo y agricultura, actividades tradicionales del municipio, ya que la inseguridad puede desalentar la inversión y generar desplazamiento. Las autoridades no solo deben responder con operativos, sino con políticas integrales que permitan devolver la paz a comunidades que han sufrido demasiadas pérdidas.








