Es la alerta que lanzan los cientos de productores de cerdo que viven de esta economía en el departamento donde indican que llevan meses trabajando a perdidas. El contrabando y la sobredemanda sería las principales causas de su crisis.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
La crisis en el sector porcicultor del Huila continúa profundizándose. Así lo advirtió Miller Perdomo, productor del departamento, quien asegura que desde el pasado mes de mayo el negocio dejó de ser rentable, situación que se agudizó tras las fiestas de San Pedro, cuando el precio del cerdo cayó drásticamente y se mantuvo en niveles que no cubren siquiera los costos básicos de producción.
“Estamos trabajando a pérdida desde hace tres meses. San Pedro no fue lo que esperábamos y el precio se vino abajo y el panorama es compartido por miles de pequeños y medianos porcicultores del departamento y de regiones vecinas como Caquetá”, afirmó Perdomo.
Actualmente, los intermediarios están ofreciendo aproximadamente $7.500 por kilo en pie, una cifra que, según los productores, ni siquiera alcanza para cubrir los gastos fijos de una explotación porcícola que cumpla con las normas sanitarias y laborales del país.
“El productor industrializado cumple con la ley, paga seguridad social, alimentación balanceada, personal, servicios y manejo ambiental. A $7.500 no hay sostenibilidad posible, ese no es un precio que garantice estabilidad”, explicó el porcicultor.
A esto se suma la sobreoferta del animal. En el Huila, estima, existen cerca de 3.000 porcicultores preindustrializados, cifra que llegó a subir hasta 4.500 impulsada por el buen precio registrado meses atrás. Pero hoy muchos están saliendo del negocio o quebrando.
Una sobreoferta que asfixia
El exceso de cerdo en el mercado que Perdomo atribuye a la entrada masiva de nuevos productores cuando los precios eran altos ha generado un desbalance entre oferta y demanda.
“Hay mucho cerdo en las finquitas, y eso no está mal; lo que no está bien es que el consumidor final no valore el trabajo y no pague un precio justo. Nos tienen invadidos de cerdo, y eso desploma la rentabilidad”, manifestó Perdomo.
Al problema interno se suma la preocupación por el ingreso de carne porcina de otros departamentos y de países como Estados Unidos y Canadá. Incluso, según el productor, hay expectativa de importaciones desde China, una potencia mundial en producción porcina, a lo que Perdomo indica, que si esto sucede la crisis sería aun más grave para los productores del departamento del Huila.
“El contrabando y las importaciones nos están afectando seriamente. Colombia está llena de cerdo, y competir con productores gigantes, como los antioqueños o los estadounidenses, es muy difícil. Nosotros somos pequeños, de subsistencia”, precisó el productor de cerdo.
Pese a que en los últimos años las campañas de promoción han logrado aumentar el consumo per cápita de carne de cerdo en Colombia, pasando de 14,5 a 20 kilos, para los productores locales este crecimiento no se refleja en mejores precios ni en estabilidad.
“Es un logro importante, pero no sirve de mucho si el mercado está saturado de cerdo importado y si al pequeño productor no le reconocen su esfuerzo”, señaló Perdomo.
Un llamado urgente a valorar el trabajo del campo
El productor huilense insiste en que la situación es insostenible y teme que el próximo año sea aún más difícil. Por ello, envía un mensaje directo tanto a los comerciantes como a los consumidores a que valoren el trabajo que realizan y paguen lo que se debe para que así ellos también logren tener utilidad.
“Mi invitación es a las carnicerías y a los compradores: valoren el trabajo del campesino. Si no pagamos un precio justo, no habrá sostenibilidad y el país será menos competitivo. Los gastos fijos no paran y con estos precios vamos a quebrar muchos y somos más los porcicultores del Huila que nos dedicamos a esta labor”, reveló.
Perdomo advierte que, aunque el Estado exige el cumplimiento de las normas lo cual considera correcto, los costos operativos para un productor pequeño o mediano son muy altos frente a un mercado en el que el precio de venta no se acerca a los niveles necesarios para sostener la actividad, de la cual dependen cientos de familias.
“Con esta productividad y estos precios, es inevitable que más porcicultores terminen quebrados. Ya varios han salido del negocio porque simplemente no da”, contó.
La porcicultura es una de las actividades pecuarias más importantes del Huila rural. Miles de familias dependen de ella. Sin embargo, la combinación entre sobreoferta, importaciones, bajos precios y aumento en los costos de producción amenaza con desestabilizar aún más el sector.
Por ahora, los productores continúan trabajando con la esperanza de que el mercado se regule y que se generen medidas que protejan la producción local. Pero el mensaje es claro: la crisis no da tregua y el futuro inmediato se vislumbra incierto.
La importancia de la porcicultura en el Huila
La porcicultura en el departamento del Huila es un sector agropecuario clave que contribuye significativamente a la economía regional y nacional. El departamento representa aproximadamente el 2,75 % de la producción porcina a nivel nacional, con alrededor de 264 granjas formales tecnificadas distribuidas principalmente en municipios como Pitalito, Aipe, Campoalegre, Neiva, Timaná, Algeciras e Isnos.
“El negocio del cerdo ha venido en decadencia, ha entrado mucha gente al negocio, porque estaba siendo estable, pero ahorita entramos muchos y desafortunadamente nos inundamos de cerdo, y eso ha tenido un represamiento en las granjas”, dio a conocer Miller Perdomo, líder porcicultor.
De acuerdo con el porcicultor, el cerdo viene programado y no se puede, represar, porque si se represa, se engorda y así poco se podría vender.
“Que le vamos a vender es grasa a nuestro cliente y lo otro, pues que eso ha tenido una tendencia muy fuerte hacia la baja. Ya estamos hablando de 140 mil por barro, cuando estábamos a 180 mil pesos, créame que tenemos unos niveles de pérdida”, explicó Perdomo.
Para la temporada de San Pedro hubo cerdos que llegaron de los departamentos de Antioquia, Valle, más toda la producción que habían preparado desde el Huila, lo que generó una crisis sin precedentes para los porcicultores huilenses.
También es importante decir que el sector porcicultor no depende tanto del clima, ya que las explotaciones se manejan en ambientes controlados con calefacción o ventilación, según la necesidad. Sin embargo, la temporada invernal y los problemas de seguridad pueden afectar la logística, especialmente si se presentan derrumbes o bloqueos en las vías. A pesar de estos desafíos, el sector continúa su crecimiento con miras a un futuro más competitivo.
También es importante decir que el sector porcicultor no depende tanto del clima, ya que las explotaciones se manejan en ambientes controlados con calefacción o ventilación, según la necesidad. Sin embargo, la temporada invernal y los problemas de seguridad pueden afectar la logística, especialmente si se presentan derrumbes o bloqueos en las vías. A pesar de estos desafíos, el sector continúa su crecimiento con miras a un futuro más competitivo.
Panorama nacional
La producción porcina en Colombia ha mantenido un ritmo de crecimiento sostenido en los últimos años, con un promedio anual del 8,5% durante los últimos 13 años, lo que lo posiciona 7,5 puntos porcentuales por encima del promedio mundial, de acuerdo con el informe Sembrando el futuro: sector agropecuario Colombia de BBVA Research.
En su tercera entrega, dedicada a la porcicultura, el informe detalla que la producción nacional de carne de cerdo alcanzó las 550.000 toneladas en 2023, lo que representa un crecimiento acumulado del 171% en los últimos 20 años.
El documento resalta la alta concentración geográfica de la producción porcina en Colombia.
Cuatro departamentos explican el 80% del total:
- Antioquia, con la mayor participación en censo y producción.
- Bogotá, como principal centro de beneficio.
- Valle del Cauca y Meta, como zonas relevantes de producción.
En cuanto al modelo productivo, se identifica un alto nivel de tecnificación: el 63,6% del lote de cerdos de ceba se concentra en el estrato tecnificado.
Aunque a nivel mundial el cerdo representa el 24% del consumo per cápita de proteínas animales, en Colombia su participación es del 19%, por debajo del 51% de la carne de ave. No obstante, el consumo de cerdo ha registrado un crecimiento promedio del 8,5% anual, pese a una leve desaceleración en 2023.
La mayor participación del cerdo y el pollo en la dieta nacional se ha dado en detrimento del consumo de carne bovina.
Impacto del precio de los insumos y comportamiento del mercado
El precio del cerdo en canal ha estado influenciado por el alza de los precios de los granos y por la depreciación del tipo de cambio, lo cual redujo temporalmente los márgenes. Sin embargo, con la corrección del precio del maíz en 2023, se logró un equilibrio de precios.
El análisis destaca que, en comparación con 2008, la carne de cerdo sigue siendo la proteína de origen animal más barata dentro de la canasta del IPC colombiano.
El informe identifica tres aspectos clave para el desarrollo futuro del sector:
- Fortalecer las políticas sanitarias y de bioseguridad, para asegurar una producción sostenible.
- Reducir la vulnerabilidad frente a la volatilidad de los insumos, mediante mejoras en la productividad agrícola y encadenamientos productivos locales.
- Aumentar la tecnificación y explorar oportunidades de exportación.
Finalmente, el informe concluye que el ritmo de crecimiento de la producción y el consumo interno posiciona al sector como un actor clave en el abastecimiento de carne de cerdo en el país, que un mayor acceso a mercados internacionales abriría nuevas oportunidades de inversión y expansión.
