Un plan piloto en el barrio Sevilla busca transformar la movilidad: menos riesgos, más seguridad y el respaldo total de la comunidad.
DIARIO DEL HUILA, CONTEXTO
ingeniero Wilson Trujillo Medina, profesional especializado en la Unidad de Seguridad Vial de la Secretaría de Movilidad, explicó en detalle el plan piloto que actualmente se adelanta en el sector del barrio Sevilla de Neiva, una iniciativa que nació a partir de la solicitud de la comunidad y que busca reducir los riesgos de siniestros viales, ordenar la circulación y garantizar la seguridad de estudiantes, padres de familia y peatones que transitan a diario por la zona.
El origen de la medida
De acuerdo con el ingeniero Trujillo, la propuesta no surgió de la administración municipal de manera unilateral, sino como respuesta a una petición reiterada de las instituciones educativas, padres de familia y residentes del sector Sevilla–Quirinal, quienes alertaron sobre la peligrosidad de la vía, especialmente en las horas de ingreso y salida de los estudiantes.
El problema principal identificado fue la circulación en doble sentido en la carrera Quinta A, donde además se presentaba un uso indebido del espacio público con parqueo de vehículos en ambos costados de la calzada. Esta situación, sumada a la cercanía con la intersección de la calle 21 (avenida Tenerife), generaba un punto crítico con alto riesgo de accidentes.
“Nos dimos cuenta de que la comunidad tenía razón. Era un tramo de vía con un riesgo potencial de siniestros viales que podían tener consecuencias lamentables. Por eso decidimos actuar”, señaló el funcionario.
Implementación del plan piloto
La Secretaría de Movilidad dispuso la reorganización del tráfico en el sector, estableciendo que la carrera Quinta A tuviera un solo sentido de entrada, mientras que la calle 22 quedara como salida. La conexión con la carrera Quinta B, vía más amplia y con mejores condiciones geométricas, fue priorizada para canalizar el flujo vehicular de entrada y salida.
El plan incluyó la instalación de señalización vertical y horizontal, con el apoyo de la comunidad, que incluso colaboró en la ubicación de las señales. Además, se reforzó la medida con campañas de sensibilización y presencia de agentes de tránsito en la zona para educar a conductores y peatones.
“Lo más importante es que no dejamos la medida sola. Estamos acompañando permanentemente, explicando a la gente cómo usar las vías y haciendo pedagogía en terreno. Hasta ahora los resultados son positivos”, explicó Trujillo.
Primeros resultados
Según el balance preliminar, la reorganización ha mejorado la fluidez en la zona y, sobre todo, ha disminuido el riesgo en la intersección con la avenida Tenerife, considerada uno de los puntos más críticos. El flujo vehicular hacia el parque también presenta menos congestión, lo que facilita la movilidad y la seguridad de los transeúntes.
Estos avances se constituyen en los principales criterios para evaluar la efectividad del plan piloto: disminución de riesgos de accidentes, mayor fluidez en los cruces neurálgicos y reducción de la congestión en horas pico.
Periodo de prueba y sanciones
El plan piloto tendrá una duración inicial de dos meses, tiempo durante el cual se realizan observaciones y se ajustan detalles antes de tomar una decisión definitiva.
Durante las primeras semanas, el proceso es pedagógico: no se imponen comparendos, sino que se busca que la comunidad comprenda las nuevas disposiciones. Sin embargo, a partir del segundo mes se empezarán a aplicar sanciones educativas.
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“Lo que pensamos es que quienes incumplan sean remitidos a un curso de sensibilización en la Secretaría de Movilidad, de modo que no haya sanciones pecuniarias en esta fase, sino formativas. La idea es que el componente educativo sea más fuerte que el punitivo”, precisó el ingeniero.
Validez social de la medida
Uno de los aspectos que más resalta la Secretaría de Movilidad es la legitimidad social del plan piloto. Al ser una iniciativa solicitada directamente por la comunidad, cuenta con respaldo ciudadano, lo cual fortalece su implementación y facilita la aceptación de los cambios.
“Cuando una medida tiene validez social, uno la defiende con mayor convicción. Aquí la comunidad pidió el cambio y está viendo los resultados, por eso creemos que al final del piloto quedará implementada de manera definitiva”, afirmó Trujillo.
Otros proyectos en estudio
El funcionario también señaló que este tipo de planes no se limitan al Quirinal. En el barrio 20 de Julio se estudian alternativas similares, aunque allí el reto es mayor debido a la geometría de las vías, que no son rectas ni reticulares, sino curvas y con múltiples salidas de un mismo punto.
En todo caso, la metodología es la misma: escuchar a la comunidad, analizar técnicamente la situación y, si es viable, implementar pilotos que permitan medir el impacto en la movilidad y la seguridad vial.
La participación ciudadana
El ingeniero Trujillo recordó que cualquier ciudadano puede solicitar un estudio de movilidad en su barrio. El procedimiento consiste en enviar una nota a la Secretaría de Movilidad solicitando una visita técnica. Los equipos especializados evalúan si la petición es pertinente y, de ser así, formulan una propuesta que puede llegar hasta la implementación de un plan piloto.
No obstante, aclaró que no todas las solicitudes son viables. Por ejemplo, muchas comunidades piden reductores de velocidad como solución a problemas de inseguridad, lo cual no corresponde a la competencia de movilidad y, además, puede generar efectos adversos como ruidos o accidentes por frenazos.
“Hay que tener claro que la movilidad y la seguridad ciudadana son temas distintos. Muchas veces nos piden reductores porque hay problemas de delincuencia, pero eso es competencia de otra autoridad. Por eso estudiamos caso por caso para dar la solución correcta”, puntualizó.
Un camino hacia la movilidad segura
El plan piloto en el Quirinal se convierte en un ejemplo de cómo la articulación entre comunidad y autoridades puede dar resultados positivos en la gestión de la movilidad. Con medidas técnicas, pedagógicas y socialmente legitimadas, la Secretaría de Movilidad busca avanzar en su misión de reducir los riesgos en las vías y garantizar una mejor calidad de vida para los ciudadanos.
En palabras del ingeniero Wilson Trujillo Medina, “este tipo de acciones, cuando cuentan con el respaldo de la comunidad y se hacen con criterios técnicos, son el camino para construir una ciudad más segura en materia vial”.
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