“¡Mi amor lindo, plata no hay!” Así decía el exalcalde de la capital bambuquera, y esa frase ha sido el caballo de batalla de esta administración para justificar su pobre narrativa sobre la recuperación de Neiva.
Hace un año, el gobierno local lanzó la genialidad de “Neiva Te Ama”, una campaña sin fondo, sin acciones concretas, y —mejor aún— sin claridad sobre su costo. Hasta el día de hoy, los neivanos no sabemos cuántas calles dejamos de arreglar para financiar esa pieza de marketing emocional que, en esencia, no hizo más que inflar el ego de la administración Casagua, mientras la malla vial seguía desmoronándose.
Con la misma determinación que ha demostrado para no hacer frente a los problemas estructurales de la ciudad, el ingeniero —presuntamente— ha contratado ahora un pool de estrategas de comunicación: TAP, es decir, Toro, Aroca y Palacio. Cada uno pondrá su grano de arena. Dicen que Toro ya puso su volqueta con “Neiva Te Ama” y que de esa volqueta surgió nuestro primer elefante blanco y es el primer responsable visible de la estrategia.
Tal vez, por motivos de San Pedro, muy pronto volvamos a ser “Neiva, ciudad de eventos”, mientras los portales digitales que al principio de la administración fingían oposición, hoy por motivos de “cash back” —o sea, de las vueltas—, se han convertido en el brazo armado informativo de la Alcaldía. Una ciudad que, en medio de la desesperanza, se aferra a cualquier atisbo de gestión.
Está decisión estrategica del Ingeniero le ha costado la ruptura de su gabinete, dicen las fuentes que el secretario de planeación Camilo Gómez; Y su mano derecha Camilo García, el hombre del maletín, cómo lo llamo el ex concejal Johan Steed Ortiz y la concejal Lourdes Mateus, no toleraron sentir al Gorkismo presente en la administración. Ambiente tenso en la administración municipal por cuenta de los lazos de poder de esta comunidad de casi 400 mil almas que vivimos en silencio la inoperancia de los próceres locales que deciden que hacer con nuestro ya deteriorado principado.
La verdad es que esta administración ya ha consumido el 33% de su mandato: pocos resultados, cero visión, y una preocupante tendencia a la emulación. Todo indica que las épocas del Gorkismo han vuelto a tomarse a Neiva.
La verdadera estratégia está en entregar resultados, conectar con la gente y cumplir con el propósito de recuperar a Neiva.
