La intervención del presidente colombiano generó un fuerte revuelo internacional: la delegación de Estados Unidos abandonó el recinto mientras el mandatario arremetía contra las políticas de Donald Trump, en una intervención cargada de acusaciones y señalamientos.
DIARIO DEL HUILA, NACIONAL
El discurso del presidente Gustavo Petro, el 23 de septiembre de 2025 en la 80ª Asamblea General de la ONU, se convirtió en uno de los episodios más controversiales de la jornada diplomática en Nueva York. Apenas comenzaba su intervención, cuando el mandatario colombiano, vestido con guayabera en un gesto simbólico de distinción frente al protocolo, lanzó duras críticas contra el gobierno de Donald Trump. Las palabras causaron tal incomodidad que los representantes de la delegación estadounidense abandonaron sus asientos en medio de la transmisión oficial, un hecho que rápidamente fue replicado en medios y redes sociales.
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Desde el inicio, Petro marcó distancia de lo tradicional: su vestimenta evocó la irreverencia de Gabriel García Márquez, mientras que su tono fue de confrontación. El mandatario denunció lo que considera la hipocresía de Estados Unidos frente al narcotráfico y el cambio climático, acusando directamente a Trump de liderar una política exterior racista y destructiva. “No sé si Trump sepa que su política hacia Colombia, Venezuela y el Caribe es asesorada por colombianos aliados del narcotráfico”, afirmó, elevando la tensión en la sala.
Comparaciones polémicas y denuncias
Los señalamientos no se limitaron al narcotráfico. Petro acusó al expresidente norteamericano de ser irracional, llegando incluso a compararlo con Adolf Hitler. Además, recordó los intentos de silenciarlo cuando denunció desde el Congreso colombiano a políticos vinculados con el paramilitarismo, subrayando que sus denuncias han tenido un alto costo personal y político.
Uno de los puntos que más eco generó fue su respuesta a la descertificación de Colombia por parte de Washington en la lucha antidrogas. Petro recalcó que su gobierno ha logrado las mayores incautaciones de cocaína en la historia, y aun así fue señalado por incumplimiento. “Soy un presidente descertificado por Trump, sin derecho humano ni divino, solo porque decidí cambiar la fracasada guerra contra las drogas”, dijo.
En su intervención, también arremetió contra las operaciones estadounidenses en aguas internacionales, denunciando que barcos de ese país han hundido embarcaciones con posibles ciudadanos colombianos. “Los jóvenes asesinados con misiles en el Caribe no eran del Tren de Aragua ni de Hamas, eran caribeños, posiblemente colombianos”, expresó con dureza, y pidió que se abran procesos penales incluso contra el propio Trump por estas decisiones.
El discurso fue más allá de la agenda bilateral. Petro denunció con fuerza el conflicto en Gaza, calificándolo de genocidio. “Este recinto es testigo mudo y cómplice de un genocidio”, aseguró, acusando a Trump de ser partícipe de la tragedia palestina. Estas declaraciones incrementaron la incomodidad de varias delegaciones, que también optaron por abandonar la sala.
Mientras tanto, la delegación colombiana, encabezada por la vicepresidenta Francia Márquez, aplaudió con entusiasmo las palabras del mandatario. Para el jefe de Estado, era una oportunidad de reafirmar sus posturas en el plano internacional antes de concluir su mandato en agosto de 2026. “Trump no habla de democracia, no habla de crisis climática, no habla de vida; solo amenaza, mata y deja matar”, remarcó, contrastando ese panorama con los logros sociales y económicos que, según él, ha alcanzado su administración en Colombia.
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