El presidente Gustavo Petro declaró este lunes el estado de conmoción interior y emergencia económica para enfrentar la ola de violencia y crímenes de guerra que se han intensificado en la región del Catatumbo, Norte de Santander.
La medida busca responder a una crisis de seguridad que ha cobrado decenas de vidas y ha puesto en jaque la estabilidad de esta zona del país.
A través de su cuenta en X, el mandatario explicó los motivos de la decisión, destacando la necesidad de transformar las regiones afectadas por la violencia, no solo con acciones militares, sino también con iniciativas económicas que beneficien a las comunidades.
“Habla de los otros, pero se refiere a sí mismo. Han perdido la inteligencia. La revolución solo se puede hacer con el pueblo y sin violencia. Es la paz la bandera revolucionaria porque es la bandera de la vida. Se declara el estado de conmoción interior y el estado de emergencia económica. Espero del poder judicial su apoyo. El copamiento militar siempre se desarrollará con la transformación económica de las regiones bajo violencia”, escribió el presidente en su publicación.
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Una herramienta excepcional
El estado de conmoción interior, establecido en el Artículo 213 de la Constitución Política de Colombia, permite al presidente tomar medidas extraordinarias en casos de grave perturbación del orden público que no puedan ser controladas con las atribuciones ordinarias.
Desde su inclusión en la Constitución de 1991, esta figura se ha utilizado en contadas ocasiones. La primera vez fue durante el gobierno de César Gaviria, aunque el intento fue rechazado por la Corte Constitucional. Posteriormente, en el segundo mandato de Álvaro Uribe Vélez, se hizo otro intento fallido. Con esta declaratoria, sería la tercera vez que se implementa formalmente esta herramienta excepcional en la historia del país.
El Catatumbo: una región bajo asedio
El Catatumbo, un territorio históricamente golpeado por el conflicto armado y el narcotráfico, ha sido el epicentro de una escalada de violencia en las últimas semanas. Crímenes de guerra y ataques armados han generado desplazamientos masivos, poniendo a prueba la capacidad del Estado para garantizar la seguridad de sus habitantes.
La declaratoria de estado de conmoción interior permitirá al Gobierno implementar medidas excepcionales, como restricciones de movilidad, control sobre comunicaciones, y destinar recursos de manera prioritaria para restablecer el orden público. Por su parte, el estado de emergencia económica busca movilizar recursos adicionales para impulsar proyectos sociales y económicos en la región.
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