Las delegaciones de Perú y Colombia concluyeron este viernes 12 de septiembre en Lima la decimocuarta Reunión Ordinaria de la Comisión Mixta Permanente de Inspección de la Frontera (Comperif), en un contexto marcado por el diferendo en torno a la isla Santa Rosa, ubicada en el río Amazonas, en la triple frontera con Brasil.
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En un comunicado conjunto, las cancillerías de ambos países informaron que las delegaciones destacaron su compromiso de “desplegar esfuerzos conjuntos para preservar las condiciones de navegabilidad en el sector Atacuari-Leticia del río Amazonas, en beneficio de las poblaciones ribereñas de ambos países”.

Ambiente de cautela
Aunque el texto no menciona de manera explícita el reciente impasse diplomático por la soberanía de Santa Rosa, la cita en Lima se desarrolló en un ambiente de cautela tras varias semanas de tensiones. El presidente colombiano, Gustavo Petro, había reivindicado en redes sociales la soberanía de Bogotá sobre la isla, poco después de que el Gobierno peruano oficializara la creación del distrito de Santa Rosa de Loreto.
Las autoridades de Lima sostienen que el poblado, con menos de 3.000 habitantes, es una prolongación natural de la isla Chinería, parte indiscutible del territorio peruano, y que así lo establecen los tratados de 1922 y 1929 que definieron la frontera amazónica. En contraste, Colombia argumenta que Santa Rosa surgió con posterioridad a dichos acuerdos debido a cambios en el cauce del río, por lo que considera que no ha sido asignada a ninguno de los dos países.

Leticia y el desplazamiento del río
En este contexto, la Comperif, realizada en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores peruano, abordó temas técnicos relacionados con la dinámica fluvial del Amazonas, como la sedimentación, la erosión y los riesgos que enfrenta la ciudad colombiana de Leticia por el desplazamiento del cauce hacia el sur.
El Gobierno peruano informó que se acordó completar los estudios iniciados con anterioridad en el marco de la Comisión Mixta, con el fin de “identificar e implementar, de común acuerdo y bajo responsabilidad compartida, soluciones a los desafíos que afectan la frontera común”. Además, se adoptó un plan de actividades para monitorear el río, garantizar la libertad de navegación y mantener los hitos de la línea geodésica que delimita la frontera.

Disposición para el trabajo
Pese a la firmeza de las posturas sobre Santa Rosa, las delegaciones reafirmaron su disposición de continuar trabajando bajo una aproximación cooperativa y constructiva. “La reunión se desarrolló en un espíritu de firme voluntad de cooperación, orientado a retomar las actividades de la Comperif”, indicó la Cancillería peruana.
De esta manera, Bogotá y Lima buscan encauzar el diálogo en torno al Amazonas, un río vital para la integración regional y la vida de miles de habitantes ribereños, mientras la disputa territorial sigue latente.









