Alvaro Hernando Cardona González
Continuando con el tema tratado la semana pasada, y basándonos en el Informe 2024 PNCV, seguimos analizando la situación de los parque nacionales de Colombia.
Allí se encuentra un gran número de especies exóticas, dentro de las cuales muy lamentablemente 9 ya son invasoras, afectando tanto ecosistemas terrestres, marinos y costeros. Entre estas, se encuentran 5 especies animales (incluyendo especies acuáticas y terrestres) y 4 de plantas que representan una amenaza significativa para la biodiversidad.
Solo el 54 % de las áreas protegidas cuentan con una conectividad efectiva entre ellas: Lo que limita la migración de especies y su capacidad de adaptación al cambio climático. Se estima que es necesario aumentar la conectividad en al menos un 25 % para garantizar la conservación a largo plazo.
De las 38 áreas marinas protegidas de Colombia, 17 hacen parte de PNN pero se cuenta con escaza información sobre su biodiversidad. Se sabe, en cambio. Que los arrecifes de coral no solo sufren el impacto del cambio climático asociado a los eventos de blanqueamiento, los cuales están aumentando en los últimos años; sino que otros tensores como la presencia de enfermedades, la competencia con esponjas y macroalgas y la presencia de especies invasoras, han empezado a tener una mayor incidencia. Y es que los parques nacionales son poderosos sumideros de carbono azul. Se estima que los pastos marinos allí albergan el 71% de la cobertura nacional de este tipo de ecosistema y capturan “entre 2073 y 5069 teragramos de carbono por año. Los manglares, presentes en 12 Parques Nacionales, cubren el 23,8 % de la superficie nacional y almacenan hasta 1.000 MgC/ha” siendo esenciales para la mitigación del cambio climático.
Solo 16 de estas áreas protegidas cuentan con acciones frente al cambio climático dentro de sus planes de manejo. También deben enfrentarse con urgencia los retos que surgen de la relación entre el desarrollo rural y la necesidad de conservación de la biodiversidad. La verdad es que seguimos haciendo lo mismo esperando resultados diferentes. Eso se agrava con la violencia de bandas como Farc, Paras, Eln y otras, para apropiarse de tierras, cultivos ilícitos y minería ilegal entre varias, complicando el desarrollo sostenible.
Los recursos financieros para la gestión de estas áreas protegidas siempre son insuficientes, por ejemplo, para la gestión de los parques nacionales por hectárea se destina un promedio de 1,15 dólares, cuando se requiere entre 5 y 8 dólares por hectárea. Es necesario aumentar la movilización de recursos financieros a un monto anual no inferior a los 210 millones de dólares para su adecuada gestión.
¡Todos a atesorar nuestros parque nacionales naturales!
