Con una inversión de 2,47 billones de pesos, el Programa de Alimentación Escolar (PAE) ha mejorado la calidad de los alimentos, ampliando su cobertura a comunidades excluidas y fortalecido la infraestructura educativa. El Gobierno avanza con esta revolución alimentaria como parte de la estrategia «Hambre Cero».
Esta es una herramienta clave para la equidad, elevando su inversión de 1,93 billones de pesos a 2,47 billones de pesos entre 2022 y 2025. Esta transformación impacta la seguridad alimentaria de millones de niñas, niños y adolescentes en territorios históricamente olvidados, fortaleciendo su permanencia en el sistema educativo.
El presidente Gustavo Petro reiteró que la alimentación escolar es un eje central de la estrategia Hambre Cero. “Logramos que haya comida caliente, incluso los fines de semana, y que el regreso al colegio se dé con un respaldo institucional fuerte en nutrición». También anunció gestiones para integrar la salud preventiva en las escuelas como parte del modelo de bienestar.
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Con esta inversión, el PAE ha reducido en 24 % el uso de alimentos industrializados y ha incrementado en 21 % la preparación en sitio. También duplicó la entrega de comida caliente transportada, alcanzando niveles inéditos de pertinencia nutricional. En cumplimiento de la Ley 2046 de 2020, al menos 30 % de los alimentos provienen de pequeños productores locales.
El PAE hoy alcanza una cobertura de 92 % en sedes con jornada única. En poblaciones indígenas, afrodescendientes y rurales, el avance ha sido de 9 y 4 puntos porcentuales, respectivamente. Se han entregado más de 2,5 millones de canastas alimentarias durante recesos escolares en 110 municipios con inseguridad alimentaria, garantizando la alimentación incluso cuando no hay clases.
El Gobierno ha priorizado regiones con mayores rezagos históricos. La inversión en La Guajira aumentó 134 %; en la Orinoquía, 110 %; en el Litoral Pacífico, 62 %; y en la Amazonía, 61 %. También se han dotado 1.400 sedes educativas y construido 868 cocinas y comedores escolares, dignificando el entorno alimentario escolar.
El fortalecimiento del PAE incluye la formalización de 56.000 manipuladoras de alimentos y la expedición de la Resolución 051 de 2025, que establece estándares técnicos y culturales en la alimentación escolar. A esto se suma un modelo de gestión participativa con actores comunitarios y organizaciones étnicas, consolidando una política pública con arraigo territorial.
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