Desde esta tribuna de opinión hemos sido reiterativos, que la peor decisión gubernamental de seguir incrementando los combustibles de manera gradual es el peor error histórico que pueden cometer los gobiernos de turno. Sus implicaciones generan un alto impacto en las familias colombianas sin excepción, porque disminuyen sus ingresos y por consiguiente continua su pauperización progresiva, así no lo acepten el equipo económico del alto gobierno. Cada peso que le saquen a los bolsillos de los colombianos, le están disminuyendo progresivamente su capacidad de consumo. Observen los recientes análisis sobre los sondeos de opinión que se han venido realizando por algunas empresas encuestadoras en algunas ciudades capitales del país. Un alto porcentaje de las personas, han dejado de consumir la tercera comida del día, por los altos costos de los alimentos, falta de oportunidades laborales y por ende, la falta de ingresos suficientes para atender sus necesidades básicas. Además, los indicadores económicos de los principales sectores que componen el PIB presentan resultados negativos de manera consecutiva durante los dos últimos dos años.
Nuevamente el aumento de los precios de los combustibles, sin que existan incrementos del barril Brent en los mercados internacionales (US$ 76,76), no justifica dicha actitud gubernamental de subir en $95 el galón de la gasolina y $38 para el ACPM (diésel),a partir del sábado anterior, por lo cual los colombianos empezaron a enfrentar este incremento de los combustibles. Y como si fuera poco, el gobierno nacional va a presentar una nueva reforma tributaria a consideración del Congreso de la República, donde se aumentarán los precios de los combustibles que van a impactar negativamente la economía nacional, especialmente en el transporte y la industria, debido al aumento en los costos operacionales. En un análisis de la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos, Comce, aseguraron que el nuevo impuesto supondría un alza de $425,29 por galón de gasolina y de $488,17 por galón de Acpm, lo que supone incrementos de 2,5 y 2,6 veces, respectivamente.
Lo anterior, impacta negativamente el empleo y por ende, se vuelve el caldo de cultivo para que se siga aumentando la criminalidad y todas las actividades ilegales que se desprenden de ésta. Además, una de las causas que ha generado la disminución de los recaudos tributarios del Estado, es casualmente por la disminución del consumo que incide en las ventas de bienes y servicios y, por lo tanto, las empresas dejan de transferir dichos impuestos a la Dian, por la disminución de la demanda agregada. La incertidumbre financiera que se ha venido presentando en la estructura económica del país, es bastante alta. Existe una conjugación de todos los anteriores factores, que conducen a tener los escenarios propicios para que las finanzas públicas presenten un abultado déficit fiscal. Además, contribuyen el excesivo aumento del gasto público, especialmente el de funcionamiento.
