Mario Solano
En un panorama energético desafiante, Colombia se enfrenta a noticias que impactan a su población. Por un lado, la posibilidad de importar gas podría traducirse en un aumento en las tarifas para los hogares colombianos. Sin embargo, un hallazgo reciente renueva las esperanzas del país. El descubrimiento del pozo Sirius, con reservas estimadas en 2,3 terapies cúbicos, representa un volumen equivalente al 200% del consumo actual de gas en Colombia. Este descubrimiento, liderado por Ecopetrol, brinda una perspectiva alentadora sobre la autosuficiencia energética, reduciendo la incertidumbre y reforzando la seguridad en este sector estratégico. Paralelamente, otro avance significativo es la puesta en marcha del parque solar Guayepo I y II, ubicado en los municipios de Sabanalarga y Ponedera, Atlántico, y desarrollado por Enel Colombia. Este complejo de energía renovable tiene una capacidad de generación anual de 1.030 GWh, suficiente para abastecer a una ciudad de 1.500.000 habitantes. Este desarrollo no solo representa un alivio para el sistema energético nacional, sino que también reduce la presión sobre las hidroeléctricas, especialmente en épocas de sequía, cuando el estrés hídrico limita su capacidad y obliga al país a recurrir a plantas térmicas que operan con gas. Frente a este contexto, surge una reflexión importante: ¿es justificable mantener la sobretasa destinada a financiar las térmicas en periodos de sequía, considerando la creciente integración de fuentes de energía renovable? Sería prudente que la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) evalúe esta medida a la luz de los avances en generación limpia. La eliminación de esta carga podría aliviar significativamente las tarifas energéticas para los colombianos, alineando la política energética con las nuevas realidades del sector. mientras el país enfrenta desafíos inmediatos en términos de costos energéticos, los recientes avances en gas y energías renovables ofrecen un horizonte más prometedor. Es fundamental que las políticas regulatorias se ajusten para maximizar los beneficios de estos desarrollos y garantizar una transición energética justa y sostenible para todos. Creo que la bonaza cafetera se va a mantener mas allá de enero del 2025, dando un gran respiro a toda la región cafetera, y al nuevo eje cafetero de Colombia, Tolima, Huila, Cauca. Felicitaciones igualmente a los cacaoteros, cultivo que de nuevo esta brillando en el campo Colombiano por su rentabilidad, el campo dando crecimiento económico a Colombia.
