Diario del Huila

Oso de anteojos reaparece en el Huila

Nov 9, 2024

Diario del Huila Inicio 5 Actualidad 5 Oso de anteojos reaparece en el Huila

En una cámara trampa instalada en los bosques del sur del Huila, quedó registrada la imagen de “Izumi”, uno de los 132 individuos de oso andino individualizados en esta zona del departamento.

DIARIO DEL HUILA, HUILA

Después de cuatro años de incertidumbre, Izumi, un ejemplar de oso de anteojos que no había sido visto desde su registro inicial en 2020, reapareció en las cámaras trampa del grupo de monitoreo Serankwa en el sur del Huila. Este hallazgo ocurrió en la Reserva Natural La Loma del Toro Pao, dentro del Parque Natural Regional Corredor Biológico Guacharos-Puracé, y representa un hito en la conservación de esta especie emblemática en la región.

Izumi fue avistado por primera vez cuando apenas tenía cuatro meses, en un recorrido por los bosques de San Agustín junto a su madre y hermano. Desde entonces, su paradero se había convertido en un misterio, ya que no había vuelto a ser registrado en ninguna de las estaciones de monitoreo. Sin embargo, la reciente captura de su imagen confirma no solo su supervivencia, sino también la resiliencia del ecosistema que habita.

Lea tambien: “A través de la lectura formamos la memoria”

El registro de Izumi es significativo en múltiples niveles. Según los expertos, documentar la vida y el crecimiento de este oso nacido en territorio huilense permite medir la efectividad de los corredores de conservación y su papel en la supervivencia de especies clave. Katherine Arenas, bióloga especializada en fauna silvestre, señaló que este hallazgo “demuestra la buena condición ecosistémica del corredor de conservación Guacharos-Puracé, un espacio fundamental para la biodiversidad del sur del Huila y áreas aledañas”.

Conectividad y corredores de conservación

El avistamiento de Izumi es particularmente relevante por la ubicación donde fue registrado, en uno de los senderos de San Agustín que conecta con los bosques de Palestina y Pitalito. Esta conectividad permite el movimiento de especies silvestres hacia Santa Rosa y Piamonte, en Cauca, y facilita los flujos ecológicos necesarios para la supervivencia de especies como el oso andino. Estos corredores de conectividad también permiten la dispersión genética y el acceso a nuevos hábitats, esenciales para evitar el aislamiento poblacional y la fragmentación de los bosques.

Según Arenas, la integralidad del ecosistema es clave para la supervivencia del oso andino. “Los corredores de conectividad son una opción estratégica para la conservación de la biodiversidad, ya que contrarrestan la fragmentación de hábitats y facilitan el movimiento y dispersión de especies silvestres”, explicó. Este esfuerzo de conservación es particularmente valioso en un territorio tan biodiverso como el Huila, donde la coexistencia de especies en múltiples ecosistemas se convierte en un elemento clave de la biodiversidad nacional.

Un individuo único y su importancia genética

Izumi es uno de los 132 osos de anteojos identificados en el sur del Huila y, aunque el sexo de este ejemplar aún no se ha determinado debido a los escasos registros, se sabe que, por su edad de cuatro años, ya podría estar en época de reproducción. Esto abre la posibilidad de que en un futuro cercano Izumi forme pareja y dé lugar a nuevas camadas, contribuyendo a la expansión y fortalecimiento de la población en el Parque Natural Regional Corredor Biológico Guacharos-Puracé.

Este ejemplar se distingue además por una característica singular: es uno de los gemelos de Serankwa, una hembra individualizada en 2019, y el único en el Huila con una marca blanca en el rostro que completa el “anteojo” característico de la especie, lo cual lo hace fácilmente identificable. Este rasgo único en su apariencia es un símbolo de la diversidad genética de la población de osos en el Huila y aporta valor al esfuerzo de conservación de estos subnúcleos.

Esfuerzos de conservación y monitoreo comunitario

La aparición de Izumi es un testimonio del trabajo constante y articulado de grupos de monitoreo y organizaciones ambientales que, mediante el uso de cámaras trampa, han logrado documentar el estado y comportamiento de los osos andinos en el sur del Huila. Estos esfuerzos comunitarios han permitido identificar 14 subnúcleos poblacionales de la especie en la región, ocupando cinco de las diez áreas protegidas en el departamento.

Le puede interesar: Corte Constitucional reafirma la urgencia de atención a pacientes con cáncer

Además, el Corredor Biológico Guacharos-Puracé se destaca como el mayor refugio de la especie en la zona, y el esfuerzo conjunto de los grupos de monitoreo de San Agustín y Pitalito ha sido fundamental para el seguimiento de oseznos como Izumi, confirmando que los ecosistemas de Huila ofrecen las condiciones necesarias para la preservación de esta especie amenazada. Este trabajo ha generado una base de conocimiento valiosa sobre la especie, permitiendo a los expertos y a las comunidades locales implementar estrategias que apoyan la continuidad de la vida silvestre en el departamento.

Izumi representa la esperanza de que los esfuerzos de conservación y la integración de corredores ecológicos en Huila sigan permitiendo la supervivencia de especies como el oso andino, esenciales para el equilibrio de los ecosistemas de la región y la conservación de la biodiversidad colombiana.

Tal vez te gustaría leer esto