Esta es la historia de César, quien nació con labio leporino y paladar hendido y desde los ocho meses de vida ha recibido siete cirugías donde afortunadamente hoy cuenta que tiene una excelente calidad de vida, gracias a su abuela y al programa Healing the Children. Conozcan la historia.
DIARIO DEL HUILA, NEIVA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
Para cumplir sueños, no hay límites, y así lo demuestra la historia de César David Cedeño Rojas, un chico que nació con una condición llamada labio leporino y paladar hendido. Desde que tenía apenas dos meses de nacido, fue criado con amor y dedicación por su abuela, una mujer maravillosa que dedicó gran parte de su vida a él, a su salud y a brindarle la oportunidad de tener una mejor calidad de vida.
“Soy una persona perseverante, soñadora y agradecida con la vida. Mi abuela fue enfermera en el Hospital Universitario de Neiva, y gracias a sus conocimientos conoció el programa Healing the Children, el cual cambió mi vida por completo”, indicó el hoy joven profesional.
Gracias al programa Healing the Children, quien cumplió 30 años cambiando vidas en el departamento del Huila, le realizaron varios procedimientos quirúrgicos a César que mejoraron su salud y apariencia.
“Tuve el acompañamiento del grupo LEADERSproject, conformado por estudiantes de la Universidad de Columbia, quienes me ayudaron a fortalecer mi terapia del habla”, expresó César.
Hoy él tiene 22 años, y cuenta con orgullo que su habla es genial, su calidad de vida es fascinante y el físico ha mejorado significativamente gracias al trabajo de todo ese equipo de profesionales y al amor incondicional de la abuela, quien a pesar de los años nunca lo ha dejado solo.
Con el pasar de los años, César ha logrado superar todos los obstáculos que la vida le ha colocado y recientemente fue su graduación de Licenciado en Ciencias Naturales y Educación Ambiental de la Universidad del Tolima, y está a la espera de poder vincularse al magisterio para trabajar con el Estado y aportar desde la educación al bienestar de su comunidad y contar su historia de vida la cual es ejemplo de superación para muchos niños, niñas y adolescentes.
“Quiero decirles a todas las personas que tienen alguna condición o enfrentan dificultades que nunca dejen de aprender ni de soñar, porque una condición no define lo que somos ni lo que podemos lograr”, expresó.

Su abuela, el ángel que nunca lo ha dejado solo
Hoy sigue viviendo con su abuela, quien tiene 79 años pero que desafortunadamente en el año 2020, el COVID-19 cambió sus vidas, ya que la enfermedad le afectó su cerebro, haciéndole perder gran parte de su razonamiento y su capacidad del habla. Desde entonces, su cuidado depende de quienes la rodean, y aunque ha sido un camino difícil, sigue adelante con fe, esperanza y amor, tal como ella le enseñó desde niño.
“Actualmente vivo en la ciudad de Neiva, en el barrio Puertas del Edén, junto a mi abuela, quien ha sido mi apoyo incondicional desde que era un bebé”, manifestó el joven.
De sus padres biológicos realmente poco conocimiento tiene ya que nunca ha compartido con ellos ni han estado presentes a lo largo de su vida. Sin embargo, ha tenido el amor y el cuidado incondicional de su abuela, quien ha sido su verdadera familia y mayor apoyo en cada etapa de la vida que ha recorrido.
“Me gustaría contar que mi historia ha sido un camino lleno de desafíos, pero también de aprendizajes y bendiciones. A pesar de haber nacido con una condición que muchos podrían ver como una limitación, hoy la considero una fortaleza, porque gracias a ella aprendí el valor de la perseverancia, de la fe y del amor familiar”, precisó.

¿Cuándo llegó el programa Healing the Children a su vida?
César cuenta que el programa Healing the Children llegó a su vida cuando tenía apenas 8 meses de nacido, gracias al conocimiento y gestión de la abuela, quien siendo enfermera conocía sobre las jornadas médicas que realizaban para niños con esta misma condición.
“Me han realizado 7 cirugías reconstructivas en diferentes etapas de mi vida, enfocadas en la nariz, el paladar y el labio, lo que me ha permitido mejorar mi salud, mi aspecto físico y mi calidad de vida. Actualmente mantengo un vínculo de agradecimiento y reconocimiento con Healing the Children y con el grupo LEADERSproject de la Universidad de Columbia, ya que gracias a ellos logré grandes avances en mi rehabilitación y desarrollo del habla. Aunque ya no hago parte activa del programa, sigo compartiendo mi historia como ejemplo de superación y esperanza para otros niños y jóvenes que enfrentan condiciones similares”, dio a conocer César.
El joven reveló que estuvo activo en el programa Healing the Children hasta hace un año, cuando le realizaron su última cirugía de reconstrucción de nariz. Aunque ya no participa directamente en los procedimientos médicos, sigue en contacto con el grupo, compartiendo su historia de vida como un ejemplo de superación y esperanza para otras personas que atraviesan condiciones similares.
“Mi abuela ha sido mi pilar fundamental, la persona que me enseñó que los sueños se alcanzan con esfuerzo y que cada día es una nueva oportunidad para mejorar. También he aprendido que las condiciones físicas no definen quiénes somos, lo que realmente nos define es la actitud con la que enfrentamos la vida”, expresó.
La historia de César, es de aprendizaje y superación, de ejemplo de vida para quienes hoy quizá estén viviendo una situación similar a la suya, ninguna condición es obstáculo para cumplir los sueños.
“Hoy, como Licenciado en Ciencias Naturales y Educación Ambiental, quiero seguir creciendo profesional y personalmente, ayudando a otros jóvenes a creer en sí mismos y demostrando que los límites solo existen cuando dejamos de intentarlo. Mi historia no es solo la mía, también es la de mi abuela y de todas las personas que alguna vez creyeron en mí. Por eso quiero que quienes escuchen o lean mi historia sepan que todo se puede lograr con amor, disciplina y esperanza”, concluyó.
¿Qué es Healing the Children?
Healing The Children completa 30 años regalando sonrisas y son más de 5.000 niños, niñas y adolescentes que se han beneficiado de la jornada de Salud durante estos años. En la última misión, a la que llegaron más de 80 médicos y voluntarios de otros países, intervinó quirúrgicamente a más de 100 personas. La E.S.E. Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo, la Gobernación del Huila y la Cámara de Comercio del Huila, le siguen apostando a un legado que sanas vidas.
En ese sentido, el doctor Roberto José Fajardo Blanco, director de logística de la jornada Healing the Children en Neiva dio a conocer un poco de cómo ha sido la jornada a lo largo de los años.
“Todo empezó como una jornada quirúrgica para niños con paladar hendido, labio fisurado, secuelas de quemaduras y otras condiciones que requieren la cirugía plástica y ortopedia con dos tipos de casos, pie equinovaro que se llama pie chapín y cadera displásica”, sostuvo el médico.
Esos son los tipos de casos los cuales los pacientes pueden recibir cirugías gratuitas del grupo, pero también ofrecen servicios como terapia del habla para los pacientes de paladar hendido y odontología, también terapia mental, para ayudar a los niños que nacen con malformaciones.
La jornada de salud Healing The Children llegó a 3 décadas de servicio, 30 años de una alianza que ha cambiado la vida de más de 5.000 niños, niñas y adolescentes. Tres décadas de servicio, de entrega y de un profundo amor por la niñez, que llena de gratitud e inspira a seguir creyendo y apostándole al legado del ingeniero Carlos Fajardo.
“La jornada empezó en 1993, fundado por mi papá, Carlos José Fajardo Rodríguez y su amigo Ramiro Gutiérrez, que era presidente de la Cámara del Comercio de del Huila o de Neiva en ese ese tiempo. Es un grupo en total, promedio de 80 personas que viajan desde los Estados Unidos. Entre ellos son cirujanos, anestesiólogos, pediatras, enfermeras y más. Somos como 80 y nos quedamos en Neiva 8 días”, contó Fajardo Blanco.
De acuerdo con el doctor, históricamente son en promedio 140 o 150 cirugías que realizan durante esa semana que vienen a Neiva con el programa.
La E.S.E. Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo, sigue siendo la casa de la jornada, poniendo a disposición sus instalaciones y equipo humano para cumplir la misión de intervenir a más de 100 pacientes con patologías como microtia (corrección de orejas), labio y paladar fisurado, pie chapín o equinovaro, quemaduras y luxación de cadera congénita.

Hay inscripciones con anterioridad
Para inscribirse a la jornada de Healing the Children en Huila, es necesario estar atento a las convocatorias que se abren en los meses anteriores. En 2024, por ejemplo, el periodo de inscripción fue del 15 de marzo al 15 de abril, y la selección de niños se realiza durante un mes para identificar a los candidatos.
“En un trabajo entre la gobernación del Huila, la Cámara de Comercio, el Hospital Universitario y con los municipios para difundir la información de la jornada cada año, ellos trabajan en difundir esa información a la comunidad para que sepan que dentro de 3 meses o 6 meses estaremos llegando y ellos se tienen que registrar con el hospital”, manifestó.
Año tras año, todo el personal médico y de voluntariado que participa de la jornada, dio lo mejor de sí, para atender el mayor número posible de menores que venían de diferentes rincones del Huila y otras regiones del país. Largas jornadas de cirugías, fueron pagadas con la sonrisa de cada uno de los pacientes beneficiados.
“Nos fue muy bien, no me acuerdo la cifra, pero eran como unas 120 cirugías, otros como 54 sesiones de terapia del habla, otros 55 o 56 sesiones para terapia psicológica y mucho más, siempre nos ido muy bien, tenemos relaciones muy buenas con el hospital, con la cámara, con la policía, con el ejército y con la gobernación, es algo muy agradable estar con ellos y estar ayudando los pacientes, los niños”, enfatizó.









