El Museo de Historia Natural de la Tatacoa sigue sumando hallazgos fantásticos, en los últimos días los hermanos Andrés y Rubén Vanegas encontraron el cráneo completo de un Gavial Gryposuchus colombianus, un antiguo pariente de los cocodrilos que habitó esta región hace millones de años. El cráneo está siendo restaurado en las instalaciones del museo, donde pronto será exhibido.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
El equipo del Museo De Historia Natural De La Tatacoa, ubicado en el municipio de Villavieja, Huila, ha hecho un nuevo hallazgo durante su más reciente exploración en el desierto, los hermanos Andrés y Rubén Vanegas, encontraron un cráneo completo de un Gavial Gryposuchus colombianus, un antiguo pariente de los cocodrilos que habitó esta región hace millones de años.
“La Tatacoa es un lugar muy importante a nivel paleontológico ya que es el yacimiento más grande que tenemos en Colombia, es el lugar donde más hemos hallado fósiles. Esos fósiles corresponden a más de 13 millones de años cuando esta área de Colombia, que hoy conocemos como el Desierto de la Tatacoa, que en realidad es un bosque seco, tenía un ecosistema muy similar al que tenemos hoy día entre la Amazonía y la Orinoquía colombiana, O sea que en el lugar encontramos muchos ríos, lagos, pantanos, selvas y sabanas”, indicó Andrés Felipe Vanegas Vanegas, director del Museo de Historia Natural de la Tatacoa.
De acuerdo con el director, en esos lagos y ríos habitaron muchas especies de cocodrilos, donde han encontrado más de 10 especies entre caimanes y cocodrilos, algunos que superaban más de 10 metros de longitud, que son los más grandes que han habitado en Colombia y uno de los más grandes del continente suramericano; dentro de esos grupos hay unos cocodrilos muy particulares, que son los gaviales.
Este fósil no solo resalta la riqueza histórica que yace bajo los suelos de la Tatacoa, sino que también refuerza la importancia de preservar y estudiar este invaluable patrimonio.
“Los gaviales son un tipo de cocodrilo que tienen el hocico muy angostico y muy largo y esa característica que tenían esos cocodrilos era porque ellos estaban adaptados a peses y animales pequeños, o sea, su mandíbula no estaba adaptada para cazar animales grandes, sino que era como un arpón que ellos utilizaban para cazar estos animalitos. Resulta que esos cocodrilos habitaron en Colombia y países del norte de Sudamérica, como por ejemplo Venezuela, Perú y acá en el Desierto de la Tatacoa es donde más hemos encontrado restos fósiles de este tipo de cocodrilos”, sostuvo Vanegas.
Estos animales son muy especiales e importantes, ya que hoy día en Sudamérica no existen cocodrilos de este tipo, sino que en la única parte del planeta donde hoy viven cocodrilos gaviales, que es como se conocen, es en Asia o en la India.
“Tuvimos la oportunidad hace unos días de encontrarnos una cabeza completa y restos del cuerpo de uno de estos animales, es uno de los más grandes que hemos hallado. El animal pudo haber superado más de 10 metros y ese fósil es muy importante ya que estudiándolo vamos a poder entender mucho de su anatomía, vamos a entender mucho también del tamaño que llegaban a alcanzar estos animales y pues es un fósil muy importante para la paleontología colombiana”.
El cráneo está siendo cuidadosamente restaurado en las instalaciones del museo, donde pronto será exhibido para el disfrute y aprendizaje del público.
“Hay paleontólogos colombianos y de otros países que son expertos en este tipo de cocodrilos, así que ellos son los que van a iniciar la investigación y posterior a esto pues el fósil la idea es poderlo exhibir en las instalaciones del Museo de Historia Natural de la Tatacoa.
Los expertos hacen un llamado a la comunidad para que, en caso de encontrar fósiles, estos sean reportados a las autoridades o instituciones científicas correspondientes.
“El manejo inadecuado puede dañar irreversiblemente una pieza y privarnos de valiosa información sobre su origen”, advierten los especialistas.
Este descubrimiento es un recordatorio de la importancia del Desierto de la Tatacoa como un tesoro paleontológico y científico, y una invitación a que los visitantes y habitantes sigan explorando y protegiendo esta maravilla natural.
Otros hallazgos
Entre los fósiles más destacados de estas colecciones se encuentran antiguos cocodrilos, aves, murciélagos, gliptodontes, primates y delfines prehistóricos. Estos restos proporcionan pistas sobre cómo un exuberante bosque tropical, lleno de lagos y ríos caudalosos, se transformó en el paisaje árido y rocoso que conocemos hoy. Según los científicos, este cambio drástico se debió a un fenómeno climático que calentó la región, redujo las lluvias y dio lugar al desierto.
“Aquí hemos encontrado muchísimas especies de mamíferos, hemos encontrado muchísimas especies de reptiles, peces, aves, crustáceos, plantas, o sea aquí hay de todo. Por ejemplo, hemos encontrado fósiles de delfines que habitaron con estos caimanes y cocodrilos, hemos encontrado fósiles también por ejemplo de manatíes, hemos encontrado fósiles de peces gigantes como el pirarocú, que es un pez amazónico que en el pasado también habitó el Desierto de la Tatacoa y hemos hallado más de 10 especies de tortugas, tortugas que llegaron a tamaños de 4 metros de longitud, entonces la Tatacoa es un lugar muy diverso, muy rico y muy importante, por eso los colombianos estamos llamados a proteger este lugar y también a conocer de nuestro patrimonio, ya que visitando la Tatacoa y estos museos podemos entender cómo era Colombia en el pasado”, enfatizó Andrés.
Los animales que han encontrado en el Desierto, la mayoría esta exhibidos en el Museo de Historia Natural de la Tatacoa, otros han salido del país.
“Fósiles de la Tatacoa hay por todo el planeta, ya que este lugar se descubrió en 1923, quiere decir que la Tatacoa cumplió en el 2023 un siglo de historia paleontológica, 100 años de historia desde que se encontraron los dos primeros fósiles. Resulta que en Colombia en el pasado no había paleontólogos, ni había laboratorios donde se pudieran hacer las investigaciones de los fósiles, así que la mayoría de estas piezas fueron llevadas a otros países”.
La mayor cantidad de fósiles de la Tatacoa están hoy día en Japón, Francia, Alemania y los Estados Unidos. “Así que con este proyecto que estamos desarrollando, los vigías lo que queremos es que los fósiles, que son patrimonio de los colombianos, permanezcan en nuestro territorio. Hoy día nosotros somos la colección que más tiene fósiles de estos cocodrilos”.
La conservación de los fósiles en La Tatacoa es extraordinaria. La combinación de clima árido y suelo mineral ha permitido que muchos huesos petrificados permanezcan enterrados a poca profundidad y en condiciones casi intactas. Esto convierte a la zona en un paraíso para paleontólogos de todo el mundo. En una visita guiada, incluso los turistas pueden tropezarse con fragmentos de caparazones de tortugas, dientes de caimanes extintos o garras de perezosos gigantes.
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