El presidente Gustavo Petro, volvió a referirse a presuntas amenazas contra su vida, en relación con el hallazgo de dos lanzagranadas en el centro de Bogotá en febrero pasado.
A través de su cuenta de X (antes Twitter), el mandatario expresó dudas sobre las versiones oficiales entregadas por la Policía Nacional, señalando que no le convencen las explicaciones dadas sobre el origen y funcionalidad de los artefactos.
“¿Qué hace la Policía con armas antitanque?”, se preguntó Petro, quien también recordó que no es la primera vez que se minimizan alertas sobre su seguridad desde las instituciones o la prensa. El hallazgo en cuestión ocurrió entre el 15 y el 20 de febrero en el barrio Eduardo Santos, donde un habitante de calle entregó los dispositivos tras encontrarlos en una zona verde. Según la Policía Metropolitana de Bogotá, tras la verificación, se concluyó que las carcasas eran de un solo uso, no eran funcionales y no contenían munición.
No obstante, el jefe de Estado aseguró que desde su equipo de trabajo se han realizado investigaciones paralelas que indicarían una situación más compleja. Mencionó que durante la celebración del 20 de julio de 2024, recibió información sobre un supuesto atentado planeado por francotiradores. Aunque oficialmente se atribuyó a una banda de microtráfico, el presidente sostiene que el hecho fue subestimado.
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Petro también relató que tras cambiar de último momento su recorrido en la marcha del 20 de julio, se frustró el uso de explosivos en volquetas presuntamente destinadas a un atentado en la vía a La Calera. Asimismo, afirmó haber recibido alertas sobre el ingreso de dos misiles SAM-16 tierra-aire, supuestamente dirigidos a atentar contra él durante su llegada a la Cumbre COP16 en Cali.
En su declaración, el mandatario mencionó que una de las armas fue presuntamente ubicada en la zona conocida como “Los Paperos” y que otra información señalaba planes para usar camionetas cargadas con explosivos en la carretera a Popayán. También aseguró que se trasladó a una casa de seguridad con escoltas “independientes” para proteger sus movimientos, mientras se frustraban más intentos en su contra.
En otro punto de su mensaje, Petro señaló al grupo armado de alias Iván Mordisco como responsable de un retén armado en la vía a Popayán con fines criminales, pero que este habría sido desmantelado por el Ejército. Además, sostuvo que otro intento se habría relacionado con el Clan del Golfo en la zona entre Córdoba y Cartagena, donde presuntamente habrían sido movilizados misiles con condiciones técnicas específicas.
Finalmente, el presidente aseguró que detrás de estos hechos existiría una organización transnacional del narcotráfico con sede en Emiratos Árabes Unidos, a la que llamó “la junta del narcotráfico”, que tendría vínculos con estructuras políticas y judiciales en Colombia.
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