El presidente Gustavo Petro presentó un análisis histórico de los homicidios y la violencia en Colombia, desde 1990 hasta lo corrido de 2025, con el fin de desmentir lo que calificó como una “falsa narrativa” de colapso en la seguridad nacional.
“Una de estas mentiras de la prensa tradicional de Colombia es decir que estamos ante un colapso de violencia. Este cuadro muestra que no, que eso es falso, que es una manera de manipular a la opinión pública”, afirmó el mandatario, al tiempo que mostró gráficas que evidencian una tendencia a la baja en los homicidios durante su gobierno.
Petro destacó que si bien la presencia de disidencias de las FARC en algunos territorios genera preocupación, no se trata de fenómenos nuevos ni exclusivos de su administración. Aseguró que estos grupos armados surgieron como consecuencia de errores en la implementación del acuerdo de paz, especialmente durante los gobiernos anteriores.
“La tendencia del homicidio va a la baja en este gobierno y se acerca a los índices que se registraron durante el periodo del proceso de paz”, sostuvo el presidente, subrayando que si bien “siempre que haya un homicidio estaremos mal”, el balance general indica que “Colombia es un país relativamente exitoso en salir de la violencia”.
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La mafia, motor del nuevo conflicto
En su intervención, Petro también explicó lo que considera una nueva etapa del conflicto armado, impulsada principalmente por las economías ilícitas. “Lo que está matando a Colombia es la mafia, la codicia. Porque la mafia en el fondo no es más que eso: codicia. Codicia que se adueña de los corazones y va matando gente inocente por doquier”, expresó.
El mandatario advirtió que la disputa por el control territorial ahora gira en torno al poder económico de organizaciones ilegales que, según él, desplazan al Estado y a la ciudadanía: “El poder de la mafia le quita el poder a la ciudadanía”.
Críticas al “entrampamiento” del proceso de paz
Petro también arremetió contra quienes, a su juicio, sabotearon el proceso de paz firmado en 2016. Señaló que el error de “hacer trizas la paz” no comenzó con el expresidente Iván Duque, sino en el gobierno de Juan Manuel Santos, bajo la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez.
“El entrampamiento no comenzó en el gobierno de Duque; comenzó en el gobierno de Santos, y no por voluntad de Santos sino de sus colaboradores, y de uno en especial, que voy a remarcar aquí: la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez”, aseveró.
Según Petro, desde esa entidad se habrían utilizado mecanismos jurídicos para sabotear el acuerdo, incluyendo lo que él denominó un montaje sobre exportación de cocaína posterior a la firma del acuerdo, lo cual habría motivado el regreso a las armas de antiguos comandantes como Iván Márquez y Jesús Santrich.
“No tuvieron el talante personal de perseverar en la paz, cayeron redondos en la trampa y se devolvieron a las armas”, afirmó el presidente.
Petro concluyó que la ausencia del Estado en los territorios antes controlados por las FARC propició que el poder pasara a manos de nuevos actores armados, en lugar de consolidarse un control ciudadano y constitucional. “Las zonas que fueron de las FARC no entraron a un poder ciudadano, sino que cambiaron los dueños de la violencia”, explicó.
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