En entrevista con Diario del Huila, el gerente de Las Ceibas Empresas Públicas de Neiva habla sobre la consultoría que permitirá hacer realidad, luego de 20 años, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales – PTAR para Neiva. Al mismo tiempo, expone el costo del nuevo estudio y los tiempos que se requieren para consolidar el proyecto desde esta administración.
DIARIO DEL HUILA, PANORAMA
Por: Francy Villarreal Ruiz
Andrés Eduardo Charry Guilombo, gerente de Las Ceibas Empresas Públicas de Neiva, en diálogo con este medio de comunicación, dio a conocer el nuevo proceso que se desarrolla en torno a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales – PTAR para la capital del Huila.
Charry Guilombo se refirió a la contratación de una nueva consultoría, que costaría cerca de 6 mil millones de pesos, y con la cual se va a determinar el futuro de la PTAR, que históricamente ha trascendido veinte años convirtiéndose en un proyecto ambiental fallido para la capital del Huila.
¿Qué definirá esta nueva consultoría?
El paso número dos para la construcción del proyecto de Planta de Tratamiento de Aguas Residuales es hacer una consultoría de factibilidad, teniendo claros los dos puntos definidos: uno ubicado en el barrio Camilo Torres, que podría soportar y ser viable para la construcción de la planta, junto con una planta compacta que estaría ubicada en el sector de Calamarí.
Esta consultoría tendrá que entregar unos productos muy puntuales: el primero será el diseño de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales; el segundo, la ingeniería de detalle de esta planta; el tercero, el estudio de impacto ambiental, que comprende la amenaza, vulnerabilidad y riesgo.
Como cuarto producto, se debe garantizar la viabilidad del proyecto tanto ante el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio como ante la Agencia Nacional de Licencias Ambientales – ANLA.
Estos serían los resultados más relevantes de la consultoría, que permitirán definir cómo se va a construir esta PTAR en Neiva, un proyecto que lleva 20 años de desarrollo sin resultados positivos, pero que desde esta administración y gerencia se espera dejar viabilizado para que las futuras administraciones puedan desarrollarlo, ejecutarlo y materializarlo.

¿Qué responder ante los cuestionamientos sobre la falta de un estudio ambiental al río?
Es una inquietud que ha sido planteada por algunos veedores ambientales y actores sociales. Sin embargo, el alcance de Las Ceibas como prestador de servicios públicos en Neiva tiene ciertos límites. Existen otras entidades que también han sido vinculadas a esta acción popular, como Cormagdalena, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena – CAM, la Gobernación del Huila, la Alcaldía de Neiva y nuestra entidad, que podrían aportar ese tipo de estudios.
Cormagdalena, por ejemplo, dispone de recursos y podría contribuir a estos estudios para determinar la carga contaminante del río y realizar un análisis más detallado a lo largo de su trayecto.
¿Cuáles serán los tiempos de la consultoría?
Desde nuestra llegada hemos estado activos con el proyecto PTAR, reuniéndonos constantemente con la ANLA, el Ministerio, y actores sociales. La consultoría de prefactibilidad se inició en octubre del año anterior y sus resultados se entregaron en abril-mayo de este año. Ya tenemos cifras reales y precios de referencia para estimar el costo de la segunda consultoría, que será seria, puntual y técnica, con el objetivo de garantizar la viabilidad del proyecto ante las dos entidades mencionadas.
Según los cronogramas presentados, se requieren aproximadamente 16 meses para finalizar los estudios, y un año más para lograr la viabilización ante la Agencia Nacional de Licencias Ambientales y el Ministerio de Ambiente.
Sabemos que los tiempos son ajustados para alcanzar el objetivo de dejar el proyecto viabilizado.

¿Están garantizados los recursos para la consultoría?
La Alcaldía de Neiva ha manifestado que dispone de 1.500 millones de pesos para estos estudios. Nosotros tenemos otros 1.500 millones de pesos ya listos y disponibles, lo que suma cerca de 3.000 millones de pesos.
Estamos a la espera de que las demás entidades convocadas en esta acción popular también aporten recursos, para iniciar la contratación y cumplir con el cronograma, y lograr la viabilidad del proyecto durante esta administración.
Gerente, ¿qué decirle a la comunidad que se opone a la PTAR, sobre todo ahora, después de registrarse esta situación en el barrio Camilo Torres?
Tuve la oportunidad de ir al barrio Camilo Torres a hacer una primera socialización antes de que la consultoría definiera el lugar de ubicación del proyecto. Siempre les manifesté que no tuvieran miedo del proyecto, ya que actualmente el vertimiento está presente: el 100% de las aguas residuales se descargan sin ningún tipo de tratamiento. La construcción de la PTAR busca precisamente solucionar y mitigar esa afectación, no generar un nuevo problema.
Existen experiencias claras en todo el mundo que demuestran cómo puede coexistir una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales con sectores urbanos. Ejemplos como la planta de San Fernando en Bogotá, Aguas Claras en Medellín, o instalaciones similares en Jamundí, confirman que las PTAR pueden convivir con las comunidades y los desarrollos urbanísticos sin generar impactos negativos.
Además, la tecnología actual garantiza la eliminación de olores ofensivos y reduce al mínimo cualquier tipo de afectación o riesgo para la población. Desde esta gerencia aseguramos que el proyecto no representará un perjuicio para los habitantes del barrio Camilo Torres ni para los sectores aledaños.
¿Por qué Neiva, luego de 20 años, no ha logrado tener una PTAR?
Es una pregunta compleja, pero considero que ha faltado unión entre la ciudadanía, los veedores ambientales, los actores políticos, sociales y también la academia. Si toda la ciudad se alineara en torno a este proyecto, si se comunicara con claridad cada alcance y cada impacto, si se generara conciencia colectiva, podríamos superar las diferencias y unirnos en pro de este propósito: descontaminar el río Magdalena y mejorar la calidad ambiental de la ciudad.
¿La responsabilidad total de la PTAR ha recaído únicamente sobre Las Ceibas?
A veces me siento solo. Como ya mencioné, el Tribunal Administrativo del Huila y el Consejo de Estado condenaron a cinco entidades. Sin embargo, la responsabilidad ha recaído principalmente sobre Las Ceibas. Aun así, aquí estamos dando la cara, trabajando con compromiso y asumiendo con rigor la ejecución de este proyecto.

¿Es decir que, al terminar el actual periodo de gobierno, no estará lista la PTAR?
Verdaderamente es imposible finalizar la construcción de la PTAR en este periodo de gobierno, porque los tiempos no lo permiten. Sin embargo, nuestro compromiso es lograr que, al cierre de esta administración, el proyecto cuente con el licenciamiento tanto del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, como de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).
Esto permitirá que el próximo gobierno materialice la obra, construya la planta y así se pueda dar respuesta efectiva a la afectación ambiental que hoy causa el vertimiento directo de aguas residuales al río Magdalena. Sería un avance decisivo hacia el cumplimiento de las normas ambientales.

¿Finalmente, cuánto le va a costar la PTAR a Neiva?
El proyecto tiene un valor aproximado de 240 mil millones de pesos, una cifra que actualmente no está financiada en su totalidad. Las entidades comprometidas han manifestado su voluntad de aportar recursos una vez el proyecto sea viabilizado. Además, confiamos en contar con el respaldo del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio para lograr el cierre financiero.
Desde Las Ceibas hemos contemplado una alternativa estratégica: ejecutar el proyecto por fases. Esto significa que, en lugar de requerir de inmediato los 240 mil millones de pesos, se desarrollarán fases con cierres financieros independientes, lo que facilitaría su avance progresivo.
¿Una vez entregada la nueva consultoría, en cuánto tiempo Neiva podría tener la PTAR?
La construcción podría tardar entre 36 y 48 meses, lo que implica que el proyecto se desarrollaría durante otro periodo de gobierno. Esta duración también dependerá del diseño definitivo de la planta, de su configuración técnica, de si se implementa una operación automatizada o manual, y del equipamiento electrónico y tecnológico que se requiera. Todos estos factores influirán directamente en los tiempos de ejecución y entrega final de la obra.









