El panorama internacional para los equipos colombianos volvió a quedar en deuda. Atlético Nacional, América de Cali se despidieron antes de lo esperado, confirmando un patrón que ya preocupa: la ausencia de protagonismo en fases decisivas de la Copa Libertadores y la Sudamericana.
En la Libertadores, Nacional repitió una historia conocida. Desde la consagración en 2016, el club antioqueño no ha podido superar los octavos de final en tres oportunidades (2018, 2023 y ahora 2025). El proyecto deportivo, con altas inversiones, volvió a quedarse corto. La serie contra su rival dejó un sinsabor amargo, especialmente por los errores de Edwin Cardona, quien falló dos penales en la ida y terminó expulsado en la vuelta.
América de Cali tampoco dio la talla. En la Copa Sudamericana, perdió los dos partidos frente a Fluminense, sin mostrar resistencia. Un golpe duro para un club que había generado expectativas, pero que no pudo responder en el campo.
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El único que mantiene viva la bandera es Once Caldas. El equipo de Hernán Darío Herrera eliminó a Huracán, segundo mejor de la fase de grupos, con una actuación sólida y un protagonista incombustible: Dayro Moreno. El delantero anotó un doblete en Argentina y sigue como máximo artillero del torneo. A su lado, piezas como Luis Sánchez y Pipe Gómez han aportado en un plantel corto, pero competitivo.
Ahora enfrentará a Independiente del Valle, con la oportunidad de convertirse en el primer club colombiano en llegar a semifinales de la Sudamericana desde Junior en 2018, año en el que los barranquilleros alcanzaron la final y rozaron el título.
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