Protesta liderada por el cabildo indígena de Balsillas afecta la movilidad en la vía nacional entre Tolima y Huila.
DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
Una nueva jornada de protesta social se desarrolla en el sur del Tolima. Desde la mañana de este miércoles, integrantes del pueblo indígena Pijao mantienen bloqueada la vía nacional que comunica a Neiva con Bogotá, a la altura del kilómetro 60+200, en límites con el departamento del Huila, como parte de una minga pacífica para exigir al Gobierno Nacional el cumplimiento de acuerdos relacionados con la adjudicación de tierras.
La manifestación, que inició hacia las 8:20 a. m., es liderada por cerca de 50 integrantes del cabildo indígena de la vereda Balsillas, municipio de Natagaima. Los manifestantes reclaman que, pese a los compromisos adquiridos en el pasado, el Estado no ha destinado los recursos necesarios para avanzar en la compra de predios que les permitan fortalecer su territorio ancestral y garantizar condiciones de vida dignas para sus comunidades.
Exigen soluciones concretas
La principal exigencia de la comunidad indígena gira en torno al cumplimiento de acuerdos previamente pactados con entidades del Gobierno Nacional en materia de tierras. Según sus voceros, desde hace meses esperan respuestas que no han llegado y han optado por esta medida de presión ante el silencio institucional.
“No estamos aquí por capricho, estamos cansados de esperar. Necesitamos tierras para vivir, para cultivar, para mantener nuestra cultura viva. Queremos que nos escuchen y que el Gobierno se comprometa con hechos, no con promesas”, manifestó uno de los líderes de la minga.
La protesta se desarrolla de forma intermitente. El paso por la vía se cierra durante tres horas continuas y se habilita por una hora, permitiendo el paso de vehículos en ambos sentidos. Esta dinámica continuará durante toda la jornada, o hasta que se dé una respuesta concreta por parte del Ejecutivo.
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Afectaciones y llamado al diálogo
El cierre ha generado importantes afectaciones a la movilidad entre los departamentos del Tolima y Huila. Transportadores, viajeros y comerciantes que utilizan esta arteria nacional han tenido que modificar sus rutas o enfrentar prolongados tiempos de espera en carretera. Las autoridades de tránsito del Tolima confirmaron que el cierre es total durante los periodos de protesta y recomendaron a los ciudadanos tomar vías alternas o reorganizar sus desplazamientos.
“La situación está siendo monitoreada constantemente. Hemos desplegado unidades en la zona para garantizar el orden público y la seguridad tanto de los manifestantes como de los usuarios de la vía”, señaló un vocero de la Policía de Tránsito.
Desde las autoridades locales y regionales, así como desde la Defensoría del Pueblo, se ha hecho un llamado al diálogo y a la concertación como vía para evitar una escalada del conflicto y encontrar soluciones sin afectar la movilidad ni la tranquilidad de la región.
Una lucha por el territorio
La minga del pueblo Pijao se enmarca dentro de una larga lucha de los pueblos indígenas en Colombia por el reconocimiento y la protección de sus derechos territoriales. Durante años, las comunidades han solicitado acceso a tierras fértiles, titulación colectiva y políticas públicas que respeten su autonomía y cosmovisión.
En este caso específico, la comunidad de Balsillas asegura que existe un proceso en curso para la compra de tierras, pero que no se ha avanzado debido a la falta de asignación de recursos por parte del Gobierno. La minga se convierte entonces en un mecanismo de presión para que se reactiven las mesas de trabajo y se aceleren los compromisos adquiridos.
Expectativa por respuesta oficial
Hasta el momento, no se ha producido un pronunciamiento oficial del Gobierno Nacional frente a la protesta. La comunidad indígena ha manifestado que no se retirará del punto hasta que llegue una comisión oficial con poder de decisión y se establezcan compromisos claros y verificables.
La situación genera expectativa tanto entre los manifestantes como entre los actores institucionales, que deberán actuar con rapidez para evitar una prolongación del bloqueo que podría escalar en tensiones sociales o mayores afectaciones económicas para la región.
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