DESHOJANDO MARGARITAS
Por Margarita Suárez
Nunca imaginé que ese dolor tan grande que sufrió la familia Turbay Quintero con el asesinato de su hija Diana pudiera repetirse. El libro de Azucena Liévano donde relata los últimos días que vivió Diana Turbay a su lado, mientras ambas estuvieron secuestradas por Pablo Escobar, muestra la dimensión de la tragedia. Miguel Uribe Turbay no ha sido secuestrado pero su familia está sufriendo el embate de la tragedia, esperando minuto a minuto la evolución en su salud, suplicando a Dios que salga sano y salvo. Y estoy segura que lo va a conseguir, los últimos partes médicos son alentadores. Cuando asesinaron a Diana, su hijo Miguel tenía cinco años, los mismos con que cuenta hoy su pequeño Alejandro Uribe Tarazona. Claudia, su esposa, diez años mayor que Miguel, tenía tres hijas de un anterior matrimonio cuando se casaron, a las que según dice Miguel ha tratado como si fueran suyas. Nidia Turbay no quería el rescate de su hija Diana por temor al desenlace que efectivamente ocurrió, sin embargo, le dio luz verde al presidente de la época, César Gaviria, para que hiciera lo que considerada más conveniente. Por desgracia la toma, que se dice no fue programada sino casual porque el ejército descubrió el paradero de la secuestrada, fue un fracaso. Diana terminó herida por las balas de sus captores, algunos dicen que, en el fuego cruzado, pudo ser un proyectil de los rescatistas. Infortunadamente ella no tuvo la misma oportunidad de su hijo Miguel que fue atendido de inmediato, por una ambulancia equipada y con paramédicos, que milagrosamente pasaba por el lugar del atentado. Hoy la esposa de Miguel clama por otra liberación, es decir que Miguel se libre de fallecer. Sus palabras lo dicen todo: “Les pido a todos de corazón, que no paren de rezar. Miguel necesita un milagro. Nuestro amor me mantiene firme, la familia que construimos es mi mayor fortaleza, hoy estás luchando como un guerrero por tu vida. El amor de Alejandro las niñas y el mío es el lazo que te ata a la vida. Sigue luchando por tu vida amor mío, que mientras tanto yo estoy cuidando a nuestros hijos”. Desgarrador el mensaje y muy triste que en nuestro país volvamos a la época aciaga de violencia cuando asesinaron a varios candidatos presidenciales.
