El partido uribista oficializó que Uribe Londoño reemplazará a su hijo en el proceso interno para definir candidato presidencial de 2026. La decisión se tomó por consenso con los demás aspirantes y directivas de la colectividad.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
El escenario político colombiano dio un giro inesperado este viernes 22 de agosto, cuando el Centro Democrático confirmó en un comunicado oficial que Miguel Uribe Londoño será nuevo precandidato presidencial de la colectividad, en reemplazo de su hijo, el senador Miguel Uribe Turbay, asesinado el pasado 7 de junio en un atentado sicarial.
La noticia se produce tras varios días de reuniones entre la familia del fallecido congresista, los demás precandidatos de la colectividad y la dirigencia uribista. Según el comunicado, la familia de Uribe Turbay decidió por unanimidad que Uribe Londoño asumiera el lugar de su hijo en la carrera presidencial, un gesto que busca mantener vivo el legado político del joven senador, que había adelantado su precandidatura hasta el día de su muerte.
Un consenso político y familiar
La intención de Uribe Londoño fue notificada a la colectividad el 21 de agosto. El partido aseguró que la decisión se tomó de manera consensuada con los demás aspirantes: María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín y Andrés Guerra.
“El señor Uribe Londoño expresó que la familia de Miguel Uribe Turbay decidió por unanimidad que fuera él quien entrara al proceso de selección del candidato presidencial del Partido Centro Democrático en ausencia de su hijo”, señala el comunicado.
La colectividad añadió que, al igual que los demás precandidatos, Uribe Londoño deberá participar en todos los debates, foros y actividades del proceso interno, cuya fase decisiva será una encuesta internacional entre diciembre de 2025 y enero de 2026. El ganador será el abanderado presidencial que participará en la consulta del 8 de marzo, en la que se escogerá un único candidato de unidad democrática.
Trayectoria política de Uribe Londoño
Aunque su hijo era la figura más visible de la nueva generación de políticos del uribismo, Miguel Uribe Londoño también tiene una trayectoria consolidada en la vida pública. Ha sido concejal de Bogotá y senador de la República por el Partido Conservador. Su experiencia política, sumada al impacto emocional del asesinato de su hijo, lo convierten en un precandidato con fuerte carga simbólica dentro del uribismo.
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Un discurso que marcó un rumbo
En el sepelio de su hijo, celebrado el 13 de septiembre en la Catedral Primada de Colombia, Uribe Londoño pronunció un discurso que hoy cobra especial relevancia. En él, hizo un llamado a la unidad nacional y a la continuidad del proyecto político de su hijo.
“Callaron a Miguel, pero no podrán callar la voz de millones de colombianos pidiendo a gritos un cambio. Tenemos una oportunidad única de frenar esta locura en el 2026, no la desaprovechemos. Asesinaron a Miguel, pero jamás podrán asesinar su propósito. Las ideas son indestructibles, pero necesitan ser materializadas para cambiar la historia de un país”, aseguró en aquella ocasión.
Sus palabras fueron interpretadas como la antesala de un movimiento político que buscaba dar continuidad al legado de su hijo, centrado en la seguridad y la lucha contra la violencia. “Estamos en la obligación de enaltecer y alcanzar el propósito al que dedicó toda su vida: un país sin violencia. Su causa fue la seguridad. Este país nunca saldrá de donde está sin seguridad. Una Colombia en paz para todos los colombianos, esa tiene que ser nuestra lucha”, dijo con énfasis.
La estrategia del Centro Democrático
Con este anuncio, el Centro Democrático busca reorganizar sus fuerzas internas de cara a unas elecciones que serán decisivas. El uribismo ha insistido en que su candidato debe representar una unidad capaz de enfrentar tanto a las corrientes oficialistas como a la oposición de centro.
El ingreso de Uribe Londoño no solo responde a una decisión familiar, sino que también refleja una estrategia política para mantener viva la influencia del apellido Uribe Turbay, cuyo liderazgo se truncó de manera abrupta y violenta.
Aunque el escenario electoral aún está abierto y faltan meses para la definición del candidato único, la colectividad ha dejado claro que la elección de su abanderado presidencial se hará bajo reglas claras, con encuestas y debates, en busca de legitimidad democrática.
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