Es el deseo del coronel Edward Arneth Cardozo Osorio, comandante de la Brigada de Ingenieros de Desminado Humanitario del Ejército Nacional quien dio a conocer sobre los trabajos que han venido realizando a lo largo del departamento con el propósito de declarar a todos los municipios del Huila libres de minas.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
El departamento del Huila cuenta con 36 municipios que han sido declarados libres de sospecha de minas antipersonal, lo que representa el 98% de su territorio. Solo resta un municipio, Baraya, por ser certificado como libre de estos artefactos explosivos.
En ese sentido, la lucha contra las minas antipersonal en el Huila avanza con paso firme, aunque aún con retos considerables por resolver. Así lo confirmó el coronel Edward Arneth Cardozo Osorio, comandante de la Brigada de Ingenieros de Desminado Humanitario del Ejército Nacional, quien entregó un balance detallado del trabajo realizado tanto en el departamento como en el resto del país.
A nivel nacional, la Brigada ha intervenido 304 municipios en 20 departamentos, entregando territorios libres de sospecha de minas y fortaleciendo la seguridad de miles de colombianos. El coronel Cardozo explicó que en cada región se realizan operaciones estrictas bajo estándares internacionales, garantizando que los territorios sean devueltos a las comunidades con absoluta seguridad.
En el Huila, la Brigada ha trabajado en 17 municipios, todos certificados como libres de minas, lo que representa un avance significativo en uno de los departamentos históricamente afectados por el conflicto armado. Sin embargo, aún queda un desafío de gran envergadura: el municipio de Baraya, que está ad portas de su certificación final, pero requiere una intervención adicional en el sector conocido como Río Blanco, una de las zonas más complejas por su geografía y la histórica presencia de artefactos explosivos.
La cifra es contundente: el 80% de las minas antipersonal destruidas en el departamento han sido halladas en Baraya. En total, el Ejército ha destruido 228 minas en el Huila y despejado más de 1.646.000 metros cuadrados de territorio desde el año 1991 hasta la fecha. Este municipio, por sus características geográficas y su antigua afectación por grupos armados ilegales, se ha convertido en el principal reto.
“Baraya ya tiene una zona lista para ser entregada. Sin embargo, el sector Río Blanco requiere un trabajo adicional por los niveles de afectación. Queremos entregar un territorio con un 100% de calidad, como lo exige la comunidad y nuestros estándares”, señaló el coronel Cardozo.
El oficial, huilense y egresado de Neiva, dejó claro que el compromiso con su departamento es personal. “Mi objetivo es que el Huila esté completamente libre de minas y que las familias de Baraya vivan con tranquilidad”.
Nuevos municipios con riesgo residual
Aunque gran parte del departamento ya fue intervenido, dos municipios se encuentran en vigilancia especial por la presencia de riesgos residuales: Garzón y Algeciras. Estos riesgos surgen cuando la comunidad, luego de retornar a sectores donde antes no vivía gente, identifica posibles peligros o reporta testimonios que antes no estaban disponibles.
“En algunas veredas no había información clara en su momento. Pero cuando los campesinos regresan y nos dicen que recuerdan un hecho, un ruido o un artefacto, debemos volver a analizar la zona. Por ahora, no hemos encontrado nuevos elementos, pero seguimos verificando”, explicó el comandante.
El coronel recalcó que estos reportes no significan que el territorio vuelva a estar contaminado, sino que se trata de un proceso de verificación para garantizar que nada quede por fuera del análisis. La Brigada continuará las visitas técnicas.
Prevenir salva vidas
La estrategia de desminado se complementa con un robusto programa de educación en el riesgo de minas, que busca que las comunidades conozcan cómo actuar ante hallazgos sospechosos y cómo proteger a los niños, quienes históricamente han sido víctimas.
En 2025, la Brigada ha capacitado más de 9.488 personas en veredas, instituciones educativas y asociaciones campesinas. “La educación es fundamental. Cada niño, cada campesino debe entender el riesgo y saber cómo reaccionar. Esta información salva vidas”, afirmó el oficial.
El panorama histórico evidencia la importancia de estas acciones: desde 1991 hasta hoy, el Huila registra 242 víctimas de minas antipersonal, de las cuales 36 han fallecido y 22 eran niños. Este año, se han presentado tres víctimas, en los municipios de Acevedo y Algeciras, todas sobrevivientes.
Plus a unidades productivas
El desminado no solo tiene impacto en la seguridad, sino también en la economía y en la vida productiva de las comunidades rurales. Durante décadas, la presencia de minas inhabilitó caminos, fincas, cultivos y zonas de tránsito para campesinos, limitando la productividad y frenando el desarrollo.
Conscientes de estas necesidades, desde 2018 la Brigada impulsa proyectos productivos que buscan dar un apoyo integral a las comunidades una vez se les entrega su territorio libre de sospecha de minas.
“Nos dimos cuenta de que no solo podemos entregar un terreno; debemos ayudar a la comunidad a reconstruir su economía”, señaló el coronel.
Uno de los esfuerzos más destacados ha sido la participación de productores huilenses en ferias de desminado humanitario realizadas en Bogotá. Allí, pequeños emprendedores han logrado ventas superiores a 10 millones de pesos, mostrando productos como café, cacao, artesanías, panela y alimentos transformados.
De acuerdo con el coronel, la Brigada recoge los productos, los transporta a Bogotá sin costo, los comercializa y devuelve a los productores las ganancias completas en dinero y en mercancías.
“El campesino no paga operador logístico. Su ganancia es del 100%. Eso impulsa nuevas microempresas y fortalece la economía circular que tanto necesitamos en el Huila”, explicó el comandante.
Este esquema no solo mejora la economía familiar, sino que también genera confianza, reafirma la seguridad y promueve la construcción de paz desde los territorios.
Retos
Para 2026, la meta principal de la Brigada es culminar la intervención en el sector Río Blanco de Baraya, único pendiente para la certificación completa del municipio. Además, se continuará el trabajo de verificación de riesgos residuales en Algeciras y Garzón, garantizando que las comunidades tengan plena seguridad.
A nivel nacional, las metas también avanzan: este año, la Brigada entregó los departamentos de La Guajira y Guainía como libres de sospecha de minas, y mantiene operaciones activas en otros 19 departamentos.
Con la visión puesta en el futuro, el coronel Cardozo envió un mensaje a los huilenses: “Tenemos una Brigada capacitada, comprometida y con sentido de pertenencia. Soy huilense, me formé en Neiva y quiero que mi departamento viva sin miedo y sin restricciones. Ese es el legado que queremos dejar”.
RECUADRO:::
Batallón podría salir de Baraya por restricciones de ingreso
En Baraya, norte del Huila, Rodrigo Villalba, gobernador del Huila, lanzó una alerta por la posible salida del Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario N.°5, luego de que disidencias de las FARC les impidieran ingresar a zonas donde ya se tiene confirmada la presencia de minas antipersonal. La situación generó preocupación entre autoridades y habitantes, dado el riesgo que representan estos explosivos para las comunidades rurales.
Durante su visita al municipio, el gobernador anunció que solicitará intervención inmediata del Ejército para garantizar la continuidad de esta misión humanitaria.
“Voy a hablar con el Ejército y la fuerza pública, la quinta división y yo no sé con quién más de la línea de mando del ejército para que mantengan el ejército desminado”, precisó el gobernador.
Señaló que el desminado es una labor especializada que no puede ser interrumpida, pues la presencia de artefactos explosivos amenaza de forma directa la vida de campesinos y viajeros.
“No puede haber ninguna mina antipersona en ninguna parte del país y aquí ya la tienen localizada y el Ejército tiene que hacer esa labor humanitaria, ya que tiene un programa especializado, unos soldados en eso, qué bueno que lo hagan, porque eso es evitar riesgos para cualquier persona de aquí en adelante”, dijo Villalba.
El mandatario también atendió inquietudes sobre la política nacional de tierras. Pidió que los predios que se entreguen sean productivos, no estén en zonas protegidas y que se priorice a los campesinos huilenses como beneficiarios. Insistió en que el Huila cuenta con suficiente frontera agrícola y que los programas deben favorecer a las familias rurales del departamento.
