Las condiciones laborales, la falta de garantías y la gestión de la Dimayor han generado un escenario de inconformidad entre los jugadores, quienes, a través de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), han decidido ejercer su derecho a la huelga.
Con un 87,4% de votos a favor del cese de actividades, más de mil jugadores han expresado su descontento con el manejo del fútbol colombiano y exigen respuestas concretas por parte del Ministerio del Trabajo y de los entes responsables.
El fútbol colombiano ha experimentado cambios significativos en los últimos años, pero muchos de ellos han agravado las condiciones de los jugadores. La falta de descanso entre partidos, los constantes aplazamientos de fechas, los retrasos en pagos en varios clubes y las sanciones desmedidas impuestas por la Dimayor han generado un profundo malestar.
Además, las medidas disciplinarias han sido objeto de críticas por su falta de proporcionalidad. Multas millonarias por infracciones menores, como la presencia de un niño extra en los actos protocolarios o la ausencia en una rueda de prensa, contrastan con la falta de acción frente a casos de violencia de género y discriminación que han sacudido al fútbol colombiano.
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Las demandas de los jugadores: los nueve puntos sin acuerdo
El detonante de la huelga fue el fracaso en la negociación entre Acolfutpro, la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y la Dimayor. Si bien se lograron acuerdos parciales, quedaron pendientes nueve puntos fundamentales para mejorar las condiciones laborales de los futbolistas:
Estatuto del jugador.
Código disciplinario.
Minuta única de contrato.
Pólizas de salud.
Partido anual de la Selección Colombia.
Participación en derechos de televisión.
Entradas para partidos.
Reuniones con los futbolistas de la Selección Colombia.
Protocolo contra discriminación, acoso y violencia de género.
Sin avances en estos temas, los jugadores tomaron la determinación de ir a huelga.
El pasado 12 de marzo, en una votación masiva, 1.067 futbolistas (87,4%) optaron por la huelga, mientras que 154 (12,6%) eligieron el tribunal de arbitramento. La decisión ya fue informada al Ministerio del Trabajo, instando a que garantice el derecho fundamental a la huelga y prevenga presiones indebidas por parte de los clubes.
Acolfutpro enfatizó en que los equipos que intenten frenar el cese de actividades podrían estar incurriendo en violaciones a la libertad sindical, según el artículo 200 del Código Penal.
Si bien aún no se ha anunciado la fecha exacta en la que iniciará la huelga, su impacto podría ser devastador para la Liga BetPlay, el Torneo de Ascenso y la Liga Femenina. La incertidumbre reina en el balompié nacional, mientras los jugadores exigen cambios estructurales en un sistema que, según ellos, los ha perjudicado durante años.
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