Cada día, aproximadamente 440 personas se infectan del virus del dengue en el país. Según cifras del Instituto Nacional de Salud (INS), entre el primero de enero y el 2 de agosto de 2025, cuando habían transcurrido 214 días, se registraron 94.876 casos en el territorio nacional y 71 muertes confirmadas por esta enfermedad.
Esta cifra de casos totales es como si toda la población de Amazonas y de la cabecera municipal de Vaupés enfermaran, o como llenar el estadio Metropolitano de Barranquilla más de dos veces con personas infectadas por dengue, lo que demuestra que no es solo un dato sino miles de vidas en riesgo.
Las cifras son preocupantes y el responsable de estos contagios es el Aedes aegypti, un mosquito diminuto pero muy peligroso, que está afectando gravemente la salud de los colombianos al ser el principal vector de propagación de dengue.
“El dengue no se detiene y es cíclico: cada 3 a 5 años se repiten los picos. Colombia sigue en brote epidemiológico desde 2023 y aunque los casos han disminuido en algunas regiones en 2025, las hospitalizaciones y muertes persisten”, dice Ana Cristina Ochoa, directora médica de la biofarmacéutica Takeda.
Uno de los datos más impactantes es que, del total de casos en Colombia al 2 de agosto (94.976), el 35,3 % (es decir, 33.499 personas) tuvieron que ser hospitalizados, lo que representa una carga económica considerable para los servicios de salud.
Según una investigación publicada en la revista PLoS Neglected Diseases, en la que participó la biofarmacéutica Takeda Colombia, los costos directos (como el suministro de antibióticos y tratamientos a los pacientes) anuales del dengue en Colombia ascienden a USD159,6 millones y los indirectos (pérdida de ingresos durante la enfermedad o como resultado del tiempo dedicado al cuidado de una persona enferma) llegan a USD 92,8 millones.
Al costo de la enfermedad se suma que el patrón de distribución por edad muestra un foco epidemiológico en menores de 18 años. Este grupo registra la mayoría de los contagios del 2025 y confirma una alta vulnerabilidad en la niñez y adolescencia, con 56 % de todos los casos de dengue reportados.
Con estas cifras en el panorama, Colombia combate el dengue con medidas como el uso de repelentes, la fumigación y la limpieza de criaderos, entre otras. De cara al Día Mundial del Mosquito, este 20 de agosto, y al Día de la Lucha Internacional contra el Dengue, el 26 de agosto, se refuerzan las campañas para concientizar sobre la transmisión por vectores y promover estrategias de control.
A estas herramientas se suma la inmunización, pues al igual que el sarampión o la fiebre amarilla, la vacunación contra el dengue resulta crucial para fortalecer las acciones de control frente a las graves consecuencias de la enfermedad.
“La vacuna contra el dengue es eficaz y segura para personas a las que les ha dado dengue y para las que nunca han estado expuestas al virus”, dice la doctora Ochoa, quien enfatiza que “la protección se da a partir de los 14 días después de la primera dosis y es importante tener en cuenta que debe aplicarse una segunda dosis a los tres meses”.
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Meta, Córdoba, Santander, Norte de Santander y Antioquia, hacen parte de los diez departamentos que concentran el 61 % de los casos del país. Solo en el Meta ya van acumulados este año 7.892 casos, lo que además convierte a la región de la Orinoquia en una de las de más alto nivel de riesgo de infección.
En promedio, el 62 % de los casos de dengue en el país reportados son sin signos de alarma (es decir, leve), mientras que el 37 % presentan signos de alarma. Esto indica un panorama preocupante en términos de evolución potencial hacia formas graves. En general, la proporción de casos graves es baja, pero su presencia constante en casi todos los departamentos muestra que la enfermedad puede evolucionar rápidamente si no se detecta o trata a tiempo.
El departamento con mayor número de muertes por dengue es Meta, con 10 casos, lo que le confiere una tasa de letalidad por dengue del 0,13 %, que no es la más alta del país. Esto sucede porque la mortalidad absoluta no equivale a mayor letalidad. Por su parte, Vichada, con una sola muerte registrada, tiene la mortalidad más alta (3,30 %), lo que indica que pocas muertes pueden representar un gran impacto proporcional en departamentos con baja población o pocos casos.
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