Este martes, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reiteró la posición del gobierno de Donald Trump frente a Nicolás Maduro, asegurando que “no es un presidente legítimo, es un fugitivo, líder de un cartel narcoterrorista y tenemos que traer a los responsables a la justicia”.
Las declaraciones de Leavitt surgieron tras ser consultada sobre la posibilidad de un despliegue militar estadounidense en territorio venezolano. En su intervención recordó que “el presidente Trump ha sido claro y consistente en que está preparado para usar todos los elementos del poder estadounidense para detener la inundación de drogas en nuestro país”.
Movimientos militares en el Caribe
El pronunciamiento coincide con la revelación de Reuters acerca del envío de tres destructores estadounidenses armados con misiles guiados hacia las inmediaciones marítimas de Venezuela. Se trata del USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson, que, según las fuentes citadas, llegarían a la zona en las próximas 36 horas.
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De acuerdo con otro funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, el despliegue hace parte de un esfuerzo regional para enfrentar las operaciones de los cárteles de la droga en América Latina. En total, alrededor de 4.000 marineros e infantes de marina estarán involucrados en la misión, junto con aviones espía P-8, buques de guerra adicionales y al menos un submarino de ataque.
El mismo funcionario explicó que la operación tendría una duración de varios meses y que se realizaría tanto en aguas como en espacio aéreo internacionales. Los activos navales, además de funciones de inteligencia y vigilancia, podrían servir como plataformas para eventuales ataques selectivos si se llegara a tomar esa decisión.
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