En un contexto de crecientes presiones externas, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, firmó un decreto de emergencia económica.
La medida, según explicó Maduro, busca preservar el equilibrio económico del país frente al endurecimiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos, especialmente contra el sector petrolero.
Durante una alocución transmitida por la televisión estatal, Maduro leyó parte del decreto:
“Se declara el estado de emergencia económica en todo el territorio nacional en razón de las circunstancias extraordinarias que afectan gravemente la economía del país, a los fines que el Ejecutivo Nacional adopte las regulaciones y medidas urgentes excepcionales y necesarias”.
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Una respuesta directa a las sanciones petroleras
El anuncio se produce luego de que la administración del presidente estadounidense Donald Trump comenzara a suspender autorizaciones clave para empresas extranjeras que operan en el sector petrolero venezolano. Entre ellas se encuentran Chevron (EE. UU.), Eni (Italia) y Repsol (España), las cuales deben liquidar sus operaciones y exportaciones antes del 27 de mayo.
Además, Washington notificó la imposición de aranceles secundarios a las ventas externas de crudo y gas, una medida que analistas consideran podría afectar significativamente los ingresos petroleros de Venezuela, su principal fuente de divisas.
El decreto faculta al Ejecutivo venezolano para implementar medidas económicas excepcionales, que podrían incluir desde tratamientos especiales a los inversionistas hasta suspensión de impuestos y mecanismos de sustitución de importaciones.
Maduro subrayó la importancia de facilitar la llegada de capital al país:
“Aquellos que quieren traer sus recursos a Venezuela serán tratados de manera especial (…) que circulen y sirvan como fuente de estabilidad e inversión”.
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