Hace tres días en esta tribuna de opinión publicamos un editorial sobre la importancia de mejorar la seguridad personal durante el desarrollo de estas festividades sampedrinas. Las recomendaciones las hicimos con el fin de difundir algunas recomendaciones que debemos tener en cuenta para no ser sujetos a los atracos y hurtos, por las pandillas juveniles que se han conformado para cometer estos actos delincuenciales. No queremos desincentivar la asistencia a estos magnos eventos que son la esencia de la versión 64° del Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro. Infortunadamente el aumento de la criminalidad en el país nos obliga a tomar precauciones cuando asistimos a los desfiles y otros sitios donde ocurren aglomeraciones. En el desarrollo del desfile nocturno con las candidatas a señorita Neiva, una vez terminó el evento y al final cuando terminaban las cabalgatas, se generó una gresca brutal mediante la utilización de armas blancas, sin que existiera la presencia de la fuerza pública en el sector del monumento a la Gaitana. Los asistentes que se encontraban disfrutando del desfile equino observaron con mucha preocupación este dantesco espectáculo. Igualmente, en otros sitios pandillas de 10 o más depravados sociales, también armados con esta clase de armas, cometían atracos y se dispersaban, donde salieron afectadas algunas familias que se retiraban a sus hogares.
No hay derecho que ocurran esta clase de episodios de violencia en los desfiles que son la máxima expresión del folclor y la cultura de nuestro territorio huilense. Se ha vuelto muy peligroso asistir a esta clase de eventos donde ocurren aglomeraciones. Estos depravados sociales, aprovechan para aplicar toda clase de metodologías criminales para cometer sus fechorías. Por tal motivo, queremos reiterar lo que expresábamos en el editorial publicado el miércoles anterior. Estos desadaptados sociales buscan el menor descuido de las personas para cometer sus fechorías.
Las viviendas no hay que dejarlas solas. Los vehículos y motos deben dejarlos en parqueaderos. No los dejen en la calle. Preferiblemente utilicen los servicios públicos de transporte. No lleven los celulares y billeteras a estos actos masivos. Algunos adultos expresan que, ante el aumento de casos de atracos y hurtos callejeros, lleven solamente la cédula, el pase y un billete camuflado en sus prendas personales. Aunque es risible, vale la pena tener en cuenta cuando asistimos a esta clase de eventos. No se expongan a ser sujetos de estos raponeros. Las pandillas andan al acecho y aprovechan las aglomeraciones, para acorralar a las familias desprevenidas para húrtales sus pertenencias y salen huyendo de manera dispersa. Esta es una modalidad que se está imponiendo últimamente. Nuestros ancestros nos expresaban “El undécimo mandamiento, es no dar papaya”. Es importante que las autoridades sigan adelantando estos operativos. Pero, no se retiren hasta tanto, las familias abandonen dichos sitios.
