En Bogotá, al cierre de la Cumbre Amazónica, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó los recientes hechos violentos registrados en Cali y Antioquia, en los que se reportaron víctimas mortales y heridos.
El encuentro, que reunió a ministros, cancilleres y a los mandatarios de Bolivia, Brasil y Colombia, concluyó con una declaración conjunta que será presentada en la próxima COP30. En medio de ese escenario, Lula se refirió a la situación de orden público en Colombia: “Quiero expresar mi solidaridad al Gobierno del presidente Petro y al pueblo de Colombia por los ataques en Cali y Antioquia que han dejado muertos y heridos. El Gobierno brasileño rechaza estas acciones, que son un atentado contra la seguridad y la estabilidad política y social del país”.
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La jornada inició con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la violencia. Acto seguido, el presidente colombiano, Gustavo Petro, advirtió que “fue un día muy difícil para Colombia” y señaló que los ataques estarían vinculados con estructuras del narcotráfico.
Además de las discusiones sobre la defensa de la Amazonía, el encuentro también sirvió para reforzar compromisos en materia de seguridad regional. Petro anunció que el próximo 9 de septiembre viajará a Manaos (Brasil), acompañado del director de la Policía, general Carlos Triana, para participar en la inauguración del Centro de Cooperación Policial Internacional de la Amazonía, iniciativa orientada a fortalecer la lucha conjunta contra el crimen organizado en la región.
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