Por: Harold Salamanca
El cáncer de cuello uterino sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en mujeres en Colombia, pese a ser una enfermedad prevenible. Aún enfrentamos enormes desafíos para eliminarlo, especialmente en el acceso equitativo a actividades clave como la prueba de ADN para el Virus del Papiloma Humano (VPH) y la vacunación contra el VPH. Estos retos requieren una acción decidida por parte del gobierno, las instituciones y la sociedad civil.
Uno de los pasos esenciales para avanzar es la inclusión de la autotoma de la prueba de ADN VPH en el Plan de Beneficios de Salud. Esta medida no solo democratiza el acceso a la detección temprana del VPH, sino que también facilita que las mujeres en zonas rurales y de difícil acceso puedan realizarse esta prueba. Sin embargo, para que esta estrategia tenga impacto, debe ir acompañada de una masificación real del servicio: en 2023, de los 11,5 millones de mujeres susceptibles de tomar la prueba, solo 850.000 lo hicieron, según cifras del Ministerio de Salud.
Gracias a la acción popular interpuesta por la Fundación SalBo contra el Ministerio de Salud, se logró incrementar la meta de cobertura de esta prueba al 65%. Pero este avance, aunque significativo, es insuficiente. La meta debe ser alcanzar al 100% de las mujeres sujetas a la prueba, lo que requiere una voluntad política decidida y una robusta inversión en infraestructura y educación sanitaria.
Otro pilar fundamental es llevar nuevamente la vacunación contra el VPH a las instituciones educativas y eliminar el requisito del consentimiento informado para esta vacuna. La experiencia muestra que la inmunización en edades tempranas es altamente eficaz para prevenir infecciones persistentes por VPH y, con ello, el cáncer de cuello uterino. Por ello, la radicación de un proyecto de ley en el Congreso que contemple estas medidas es una prioridad impostergable.
En la Fundación SalBo, trabajamos incansablemente en la defensa de los derechos de las mujeres y la definición de políticas públicas que contribuyan a su salud y bienestar. Invitamos a la sociedad civil, las instituciones y los legisladores a unirse a esta causa. No es justo que en pleno siglo XXI mueran mujeres por una enfermedad prevenible. El cáncer de cuello uterino puede y debe ser eliminado de Colombia. La solución está en nuestras manos. hsalamanca@fundacionsalbo.org
