Ante el riesgo que representan algunos árboles en zonas urbanas, la CAM ha aclarado qué entidades son responsables de su mantenimiento y poda. Las alcaldías, la Electrificadora del Huila y las empresas de alumbrado público juegan un papel clave en la gestión de estos casos para prevenir incidentes y daños en infraestructura.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
Ante los recientes casos de caídas de árboles debido a las fuertes lluvias en el Huila, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) ha aclarado las responsabilidades de diversas entidades en la poda, tala y mantenimiento de especies forestales en riesgo dentro de las zonas urbanas.
Responsabilidad de las alcaldías
Las alcaldías municipales, a través de sus Oficinas de Gestión del Riesgo, son las principales responsables de la intervención en los árboles en riesgo de caída. Los ciudadanos que detecten un árbol en condiciones peligrosas deben presentar su solicitud ante esta dependencia para tramitar la autorización de la tala o poda correspondiente.
Identificación de árboles en riesgo
Osiris Peralta, ingeniera forestal de la CAM, explica que los árboles en riesgo son aquellos que presentan signos de deterioro significativo, tales como:
- Árboles muertos en pie.
- Problemas fitosanitarios (enfermedades).
- Inclinaciones peligrosas sobre viviendas, escuelas, vías o infraestructuras.
Líneas eléctricas y alumbrado público
Cuando un árbol hace contacto con las líneas eléctricas, la responsabilidad de su mantenimiento y poda recae en la Electrificadora del Huila, la cual debe gestionar el permiso correspondiente ante la CAM. Esta intervención debe planificarse anualmente.
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Por otro lado, si las ramas y copas de los árboles afectan la iluminación pública, la entidad responsable es la empresa de alumbrado público del municipio. En Neiva, por ejemplo, esta labor le compete a la ESIP.
Árboles en espacio público y privado
Si el árbol en riesgo se encuentra en un espacio público como andenes, separadores viales, parques o glorietas, la responsabilidad de la tala es del municipio correspondiente.
En caso de que el árbol esté en un predio privado, el propietario debe gestionar el permiso ante la alcaldía para proceder con su tala. No obstante, si se trata de árboles frutales como mango, mamoncillo, tamarindo o cítricos, no se requiere autorización.
Daños a la infraestructura
Cuando un árbol representa un riesgo estructural, como el levantamiento de andenes, daños en tuberías de acueducto y alcantarillado, o fisuras en edificaciones, el trámite del aprovechamiento forestal debe realizarse directamente ante la CAM.
Recomendaciones a la ciudadanía
Para evitar incidentes y garantizar la seguridad, la CAM recomienda a la comunidad estar atenta a las condiciones de los árboles cercanos y reportar cualquier situación de riesgo a las autoridades correspondientes. Con una correcta planificación y mantenimiento, es posible reducir el impacto de fenómenos climáticos en las zonas urbanas y proteger tanto a las personas como a la infraestructura pública y privada.
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