Diario del Huila

Las pataletas de Ariel Ávila

Feb 27, 2025

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Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa

¡Por lo sólida que es la plataforma ideológica del Partido Verde! será que el senador Ariel Ávila viene a dárselas de disciplinado en el departamento del Huila, haciéndole pataleta a quienes se han echado al hombro las banderas de la colectividad glauca, un movimiento que por sus tibios lineamientos es más liberal que de cualquier otra corriente “seudomamerta” o progresista como se hacen llamar ahora.

Si algo ha caracterizado a los grandes jefes del Partido Verde es su actitud camaleónica, por eso algunos que se han levantado con las banderas de esta colectividad en el pasado, han saltado a otras toldas con la destreza de un canguro, como aquellos que dieron la corveta a la Colombia Humana de Petro, o en un momento dado brincaron al Centro Democrático de Uribe, atraídos por el poderoso imán del poder de cada uno de estos dos grandes caudillos de la política macondiana.

No nos vengamos con mentiras y tampoco nos vengan con aspavientos para tratar de engañar incautos y conquistar el corazón de quienes dicen pertenecer al conjunto de ciudadanos que votan motivados por otros móviles diferentes a los de pertenecer a uno u otro partido político, sino que se reconocen como los que hacen parte del voto de opinión, quienes en el pasado han favorecido los intereses de Ávila.

Este renombrado congresista no se acuerda del Huila sino cuando viene a eventos públicos con su sentir farandulero y megalómano, de resto no aparece, por eso se puede decir que el Huila no le debe absolutamente nada a este señor, pues sus intereses jamás han estado inclinados a favorecer a este departamento o díganme lo contrario.

Hace poco lo vi en un programa de televisión, conversando con presentadores de farándula (Giovanni Celis, Carolina Gómez, Flavia Dos Santos y Marco Vergara), hablando física carreta y la vi toda para escucharlo en otro contexto, exhibiendo sin timidez toda su vanidad, desde su estrafalario apartamento ubicado en la parte alta de la capital de la República. Sentí que tenía más consistencia una gelatina sin meter al enfriador.

Por su salida en falso durante esta semana que culmina, tras su visita a Neiva, pude notar que Ariel Ávila ignora por completo todo el proceso de constitución y fortalecimiento del movimiento verde en este territorio; desconoce absolutamente cómo un grupo de jóvenes universitarios liderado por Óscar Urueña, Virgilio Huergo y otros, comenzaron a conquistar el corazón de opitas a los largo y ancho de la región, atrayendo hacia sí, liderazgos como el de Armando Acuña, quien hoy por hoy es un abanderado de la causa esmeralda.

He querido escribir esta columna porque conocí a Virgilio Huergo, de quien no soy cercano, lo aclaro, pero pude observar su proceder, su profesionalismo, su seriedad, su madurez, su altruismo y la forma como le ha dado altura al ejercicio político, tal vez como muy pocos hoy en día. Una joven promesa que se ha construido a pulso, sin colgarse de las faldas de ningún gamonal para poder trepar con facilidad por las ramas de la jungla política.

Para poder gestionar obras y cumplirle a las comunidades huilenses que los eligieron para que los representaran, qué mejor que trabajar de manera cercana con un gobierno como el de Rodrigo Villalba Mosquera, un ejecutivo que no traga entero y que sabe cómo mejorar la calidad de vida de la población. Su fama de buen gobernante no es ganada en una rifa y por eso en las últimas elecciones venció a su contrincante por tan importante margen.

Que no venga ahora Ariel Ávila a dárselas de papista con frases sacadas de un cajón para alinear a la dirigencia regional verde según sus caprichos, más bien que trabaje y fortalezca su accionar porque la verdad es que hasta la fecha no ha mostrado nada de nada, por ningún lado.

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