La sociedad colombiana está sorprendida por la actitud del gobierno nacional de designar Embajador de Colombia en Tailandia, a Daniel Mendoza Leal, considerado por la opinión pública como un desadaptado social y depravado sexual y como si fuera poco, sin que tenga experiencia administrativa, rompiendo con ello la tradición de aplicar la meritocracia y la carrera diplomática para ejercer estos altos cargos en los países donde Colombia tiene relaciones. Esta decisión ha despertado toda una reacción en cadena de todas las organizaciones feministas del país y del mundo. Su arrogancia y su actitud mezquina, aprovechando su fuero presidencial, ha provocado que, desde los escenarios académicos, gubernamentales y demás actores de las familias colombianas, un rechazo rotundo a su obstinación de seguir manteniendo este nombramiento de este activista de la primera línea. Recuerde presidente Petro, que usted es el jefe de la diplomacia colombiana. Además, fue el creador de la serie Matarife, que le costó una demanda que le interpuso, el expresidente Alvaro Uribe Vélez en la Corte Constitucional, cuyo fallo le salió adverso. Le tocó retractarse y retirar del mundo audiovisual estos corto metrajes llenos de injurias y calumnias.
Este personaje se convirtió en el foco de atención de las organizaciones feministas, cuando en anteriores años, publicó trinos y mensajes en las redes sociales, de imágenes suyas sin ropa en los que se refiere de manera despectiva a las mujeres, con un tinte sexual y en los que incluso se refiere a menores de edad, con expresiones que son de personas misóginos, irracionales y enfermas mentalmente, que atentan contra la dignidad de las niñas, que solo se ven en un país donde el mismo Estado, genera condiciones para que se presenten estos abusos sexuales y crímenes de menores de edad.
Recordemos algunos recientes casos que han presentado polémicas en la sociedad colombiana y que al primer mandatario no le interesa en la toma de estas decisiones. En el actual gobierno, se han presentado algunos casos reprobables: la designación de Hollman Morris, militante del Pacto Histórico y actual presidente de RTVC. Este funcionario enfrenta denuncias, desde 2016, por presunto acoso sexual, acoso laboral y por violencia intrafamiliar y económica. A ésto se le suma el del exembajador ante la FAO, Armando Benedetti. En julio, en su contra se conoció una denuncia policial interpuesta ante la Policía de Madrid, España, por su esposa, Adelina Guerrero, quien informó de supuestos intentos de violencia física en la que le sacó hasta un cuchillo. Es reprochable desde todo punto de vista, que el gobierno nacional se preste para seguir impulsando nombramientos para ocupar altos cargos del Estado, de personas que tengan esa clase de antecedentes, que no enaltecen la majestuosidad del desempeño en sus actividades públicas, que se debe tener cuando se ocupan esta clase de posiciones burocráticas.
