Yamid Sanabria
Las juventudes han cambiado de escenarios de participación con el pasar del tiempo, su incidencia frente a la toma de decisiones en sus hogares suele ser más escuchada que antes, y frente al estado o la política se sienten motivados, decepcionados o cansados de ver que nada pasa con sus problemáticas, como el desempleo. En las próximas elecciones al Consejo Municipal de Juventudes – CMJ es posible que veamos más maquinarias políticas y menos voluntades espontáneas en muchas ciudades del país.
En el año 2010 tuve la oportunidad de conocer el primer consejo de juventud de Neiva; lo lideraban Catalina Plaza, Tiany Martínez, Felipe Guerrero, Sergio Losada, entre otros jóvenes con liderazgo que se acercaban a los colegios para hablar de políticas públicas, participación ciudadana, derechos humanos, y una infinidad de términos desconocidos para muchos aún. Siempre con una sonrisa fraterna y el entusiasmo que tienen los jóvenes líderes cuando no han pasado por los sótanos de la burocracia.
Este CMJ versión 2010 nos motivaron a participar y ser electos en su remplazo en el año 2012, era el gobierno de Pedro Suárez, y encontramos el primer paradigma por romper, por más alcalde que sea, podemos hablar de “tú a tu”, dado que la gran relevancia de estos espacios son la negociación y concertación de las agendas juveniles, de lo contrario son solo tertulias en el despacho del mandatario con un buen refrigerio. De aquel CMJ del 2012 quedó la primera política pública de juventud elaborada por la Usco y la primera dirección de juventud en Neiva en su historia.
¿Y ahora dónde están las juventudes? más enlazadas con influencers, gammers, tiktokers, entre otros perfiles de las redes sociales, como la streamer opita Mary blog con 313 mil seguidores y contenidos que se acercan más al anime, videojuegos y entretenimiento, su nivel de audiencia es impresionante para conectar con públicos jóvenes que están interesados en hablar de sus pasatiempos, y poco o nada de cuestiones políticas.
Finalmente, aislarse de la política es dejarle las decisiones a muchos que sacan provecho negativo de ella con pocos votos, es dejarle esa tarea a ciertas maquinarias o políticos que solo quieren decir que “ganaron mis pelados”; pero no todo está perdido, hay buenas listas al CMJ que merecen una oportunidad para conectar con sus emociones y propuestas juveniles, de esta generación depende que cada vez los votos valgan más, es decir no tengan precio.








