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Las Ceibas analiza ajustes al proyecto PTAR ante nueva contingencia

Jul 10, 2025

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En medio de las emergencias generadas en el sector del barrio Camilo Torres de Neiva, a raíz del aumento del caudal del río Magdalena, la comunidad y concejales se han pronunciado pidiendo a la entidad responsable del proyecto de la PTAR reevaluar la opción de ejecutar dicha obra. Frente a la situación, responde Las Ceibas Empresas Públicas de Neiva.

DIARIO DEL HUILA, Neiva
Por: Francy Villarreal Ruiz

La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) para Neiva, históricamente convertida en una utopía para los capitalinos, suscita una nueva discusión en medio de un ambiente de incertidumbre, a raíz de las emergencias registradas el pasado 4 de julio en el barrio Camilo Torres, en la Comuna Uno de la ciudad, que afectaron varias cuadras de la zona.

¿Por qué preocupa la situación? Porque es precisamente ese sector en el que, el pasado mes de mayo, la firma Greeley and Hansen dio a conocer, mediante los resultados de una consultoría que costó más de 380 millones de pesos, que dicho barrio se convertía en la zona más viable para la ubicación principal de la PTAR, y que de forma sorprendente se inundó.

Hoy por hoy, cuando los neivanos pensaban que finalmente se tendría una alternativa segura y sólida para avanzar en el proyecto, la dimensión de lo ocurrido evidencia la dicotomía entre las proyecciones en papel y la realidad frente al impacto climático que afronta la región y, por ende, la ciudad.

La situación emitió una alerta roja para el futuro de una infraestructura que define el estado del río Magdalena. Frente a esto, la comunidad, concejales y demás actores de la capital huilense llamaron a las instituciones a analizar, para evitar nuevamente fracasos en torno a la PTAR para Neiva.

Consultoría: la ruta adecuada

En mayo pasado, durante la Cuarta Mesa de Trabajo para la Socialización del Avance de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales – PTAR del municipio de Neiva, Las Ceibas Empresas Públicas informó y socializó el resultado de la consultoría de prefactibilidad para la Actualización de los Estudios y Diseños de la PTAR.

En ese momento, el gerente de la entidad destacó que lo más importante es haber encontrado la ruta adecuada para viabilizar el proyecto.

Además, resaltó el trabajo de la firma consultora, que a su juicio cumplió una tarea muy importante, ya que los resultados presentados son producto de un análisis especial de diversos escenarios y circunstancias que deben tenerse en cuenta para agilizar el proceso, hacerlo viable técnica y económicamente y acortar los tiempos de las distintas etapas que esto requiere.

Lo que dice la consultoría

Alejandro Montes, director de la Oficina de Greeley and Hansen en Colombia, afirmó que “fue necesario actualizar la información que data de más de 20 años, y se debe entender que las realidades han cambiado”.

“Solamente el 5% de la información recaudada durante los últimos 20 años en cinco administraciones podría ser utilizada sin reparos. El 50% debe actualizarse y ajustarse a los requerimientos de la autoridad ambiental, y el saldo, que equivale al 45%, debe descartarse por falta de méritos técnicos, cambio de legislación o deficiencias estructurales”, explicó el profesional.

Afectaciones en el barrio Camilo Torres a causa del aumento del caudal del río Magdalena.

Aspectos relevantes del estudio

Un aspecto importante que reveló el estudio, y que en su momento generó todo tipo de discusiones y posturas, se relaciona con la ubicación de la planta, un tema que, de acuerdo con los expertos, debe quedar saldado para poder avanzar por caminos claros.

Durante la socialización se explicó que la posible construcción de la PTAR en la zona de El Venado no es viable, pues allí se presentan situaciones de orden técnico que no se pueden obviar.

“La construcción en El Venado tiene varias restricciones, entre ellas, una insalvable impuesta por la Aeronáutica Civil, por estar ubicada en el cono de aproximación del aeropuerto. Además, en ese polígono hay en trámite un proyecto minero que podría interferir con el licenciamiento”, explicó el gerente de Las Ceibas.

Camilo Torres cumple con las condiciones

De acuerdo con el estudio realizado, la zona del barrio Camilo Torres reúne las condiciones técnicas, pero el procesamiento en su totalidad debe distribuirse en dos zonas específicas.

“La carga contaminante sería tratada en dos plantas: una ubicada en el barrio Camilo Torres, en la Comuna Uno, que recogería las descargas contaminantes de la mayoría de los puntos críticos. En el nuevo estudio se mantuvo como alternativa viable, no tiene restricciones, está en zona naranja y tiene maniobrabilidad. Los vertimientos recolectados en el norte serían transportados a un segundo módulo inicialmente proyectado en el predio Pacolombia”, explicó Alejandro Montes.

Barrio con amenaza de inundación

El ingeniero Daniel Williamson manifestó que la creciente significativa del río Magdalena ha demostrado que la PTAR en el barrio Camilo Torres —sector que según el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) vigente está ubicado en una zona de amenaza media de inundación— es inviable.

Agregó que “la administración de Germán Casagua y la gerencia de Las Ceibas, como todas las administraciones anteriores, siguen con la terquedad de ubicar el ‘estercolero’ de la ciudad en un lugar que a todas luces no cumplirá con las condiciones mínimas en materia ambiental para obtener la licencia por parte de la ANLA”.

Hoy, los hechos contundentes —y según la comunidad— deben llevar al análisis serio de las autoridades municipales, para declinar la decisión de seguir contemplando este proyecto encima de las viviendas y de la gente, con futuras afectaciones que pongan en riesgo la salud de la misma comunidad.

Las afectaciones

En entrevista con Diario del Huila, Lina Constanza Méndez, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Camilo Torres, entregó un balance de los daños registrados por la emergencia en el sector de la Calle 40.

“Varias calles resultaron completamente inundadas, lo que ocasionó la pérdida temporal de acceso peatonal y vehicular. Algunas viviendas sufrieron daños materiales debido al ingreso de agua, también afectaciones en el sistema de alcantarillado, lo que empeoró la acumulación de aguas negras y generó riesgo para la salud pública, especialmente para los niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias”, reportó.

En total fueron 16 casas donde ingresó agua, además de las afectaciones psicológicas de la comunidad, frente al temor de una nueva emergencia en la zona.

El concejal Roberto Escobar, señaló que en varias ocasiones ha advertido sobre la amenaza que representa el construir el proyecto de la PTAR en el barrio Camilo Torres.

“No a la PTAR”: comunidad

Desde la perspectiva de los habitantes del barrio Camilo Torres, la posible construcción de la PTAR genera gran preocupación, aun cuando los estudios técnicos aseguren que el terreno es apto para el proyecto. Más allá de la viabilidad técnica, hay que considerar la viabilidad social y ambiental, reflejada en esta oportunidad con la creciente.

“Dejo claro que el terreno es vulnerable a inundaciones y colocar allí una infraestructura de alto impacto como una planta de tratamiento de aguas podría agravar los riesgos tanto para la población como para la operación misma de la planta. Además, la comunidad teme que, una vez construida, la PTAR genere malos olores, aumente el tránsito vehicular y afecte la calidad de vida de los habitantes”, expresó Lina Constanza.

También señaló que hasta el momento no ha habido acercamiento ni reunión con Las Ceibas Empresas Públicas de Neiva, ni una respuesta respecto al tema de la PTAR que tanto preocupa a la comunidad.

Voces en el Concejo

El concejal Roberto Escobar, en desarrollo de una sesión del Concejo de Neiva, señaló que visitó la zona afectada por la creciente, y recordó que desde hace varios mandatos se insiste en construir allí la PTAR.

“Como lo he dicho en periodos anteriores, estoy seguro que nunca se irá a construir allí. Y lo dije al comienzo de este periodo también. Y se lo dije al alcalde y al gerente de Las Ceibas. Así como también he venido reclamando hasta dónde puede haber un detrimento en tanta inversión que se ha venido realizando, porque si bien es cierto al que contratan no le interesa, sino firmar el contrato y llevarse el billete, eso para nadie es un secreto”, expuso Escobar.

Frente a la situación, solicitó de manera formal a la Corporación citar al gerente de Las Ceibas, Andrés Charry, para que entregue respuestas sobre la viabilidad del barrio Camilo Torres como sede del proyecto.

La concejala Lourdes Mateus señaló que el resultado de la consultoría que determina la viabilidad de la PTAR en esta zona de Neiva deberá ser analizado nuevamente.

PTAR sin estudio ambiental

Para la concejala Lourdes Paola Mateus, el estudio socializado el pasado 9 de mayo tenía como objeto la revisión documental de unos informes heredados de anteriores administraciones, que planteaban la posibilidad de ubicar la PTAR en Camilo Torres, y la evaluación de otro punto: El Venado.

Mateus precisó que se trató de una revisión documental, más que de un trabajo de campo detallado. En este caso, la consultoría no implicaba la aprobación del estudio ambiental, que ha sido el gran punto de quiebre del proyecto.

“No ha habido ninguna administración que haya sido capaz de sacar adelante el estudio ambiental o cualquier otro estudio que permita decir que realmente es viable en el barrio Camilo Torres. Eso no ha pasado nunca. No por incapacidad administrativa, sino porque, como quedó demostrado, el terreno es inviable ambientalmente”, aseguró.

También señaló que la situación evidencia una “completa negligencia burocrática sumada a una enorme terquedad de las administraciones, que han impedido comenzar a hablarle a la ciudadanía con la verdad”.

Otro intento fallido

Mateus calificó la situación como “otro intento fallido” y consideró que esta nueva consultoría es una más dentro de muchas.

“Creo que esta administración tiene la responsabilidad de haber hecho una consultoría sobre un objeto contractual que es básicamente una revisión documental, pero no un estudio real que permita conocer cuál es la situación ambiental y por qué es inviable allí la construcción de la PTAR”.

Agregó que esta discusión debe darse públicamente con mucha seriedad, y que la administración debe tomar una decisión sensata para desentrabar el proyecto, tan importante para la ciudadanía, y definir el lugar apto para su desarrollo.

Finalmente, expresó que Neiva es una ciudad capital que toca el río Magdalena y que actualmente le arroja cerca de 40.000 toneladas de carga orgánica diaria, afectando gravemente su condición ambiental.

Andrés Charry, gerente de Las Ceibas Empresas Públicas de Neiva.

En entrevista con Diario del Huila, el gerente de Las Ceibas Empresas Públicas de Neiva, Andrés Charry, respondió a la situación registrada en el sector de Camilo Torres. Además, señaló que, luego de lo ocurrido, junto con la firma que efectuó la consultoría, se han analizado las soluciones al problema atípico que se generó por el aumento del caudal del afluente. Completó el gerente que, según reporte técnico, una obra de mitigación en la zona evitaría afectaciones durante futuras emergencias.

¿Qué fue lo que pasó en el barrio Camilo Torres?
“Lo sucedido, en primer lugar, fue que el aumento del caudal del río, producto del desembalse de estas dos represas, hizo que el mismo río ingresara agua a través de un canal ubicado en el lote que todos conocemos, el cual está contiguo al barrio Camilo Torres, además de otro barrio aledaño que también vierte aguas al río Magdalena. Esto provocó que se retornara el agua y se desbordara este canal, generando una afectación de aproximadamente 50 metros cuadrados cerca al lote que fue adquirido por Las Ceibas Empresas Públicas de Neiva en el año 2024, el cual ya había sido negociado en el 2023 y cuya titulación fue gestionada por nosotros”.

Señaló Charry que el barrio Camilo Torres tiene dos vertimientos al río Magdalena y que “cuando el río aumenta su lámina de caudal, se genera presión que devuelve las aguas por la tubería y hace que rebosen los pozos de inspección. Entonces, la inundación provocada se dio a través de esos pozos, cuyas tapas se levantaron y comenzaron a verter las aguas en el barrio Camilo Torres y en la otra urbanización a la que hago referencia”.

¿Qué seguimiento se le hace a la situación?
“Hemos venido haciendo un seguimiento riguroso y constante al comportamiento de los niveles del caudal del río Magdalena, debido al desembalse que hubo en las represas del Quimbo y Betania, con la apertura de sus compuertas. Esto ha generado el retorno de algunos niveles de caudal en salidas de descargas de puntos de vertimiento y en descargas de aguas lluvias en el sector del barrio Camilo Torres, así como en otros sectores como El Triángulo, Rodrigo Lara y otras zonas también afectadas por el aumento del caudal”.

¿Se debe revisar el resultado de la consultoría?
“Nosotros ya hicimos una primera consultoría, una prefactibilidad que tenía tres objetivos muy puntuales: primero, determinar el lugar de localización de la planta de tratamiento; segundo, definir la tecnología a utilizar, a partir de la carga contaminante de nuestras aguas vertidas al río Magdalena; y tercero, evaluar todos los estudios y consultorías previas para no cometer el error de pasar por alto productos que nos pudieran servir, evitando así volver a costearlos en el nuevo estudio”.

“En efecto, el resultado de esta consultoría nos dice que el lote de Camilo Torres podría soportar, o sería viable, para la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de nuestra ciudad, en conjunto con una planta compacta ubicada en el sector de Calamarí. Esto, con el fin de lograr, desde el punto de vista económico, las menores inversiones en la fabricación y construcción de colectores que lleven el 100% de las aguas a estas dos plantas, ubicadas en los puntos definidos por la consultoría”.

Las imágenes revelan el estado del terreno donde se construiría la PTAR, hoy convertida en una escombrera.

¿Y las posibles soluciones?
“Todos los estudios nos han indicado que es el punto más apropiado para realizar el proyecto. La razón por la cual no se ha prolongado el colector hacia otro punto es porque, en este lugar, tenemos cerca del 90% de las aguas residuales de toda nuestra ciudad. Los tres colectores principales de Neiva llegan allí, es decir, el 90% de las aguas residuales se vierten en este punto al río Magdalena”.

“Prolongar este colector a otro sitio —como El Venado, que fue evaluado en la consultoría— tendría un costo aproximado de 90 mil millones de pesos, una suma demasiado elevada. Además, ese punto presenta otro tipo de restricciones insustentables, como el hecho de que se encuentra directamente en el cono de aproximación del aeropuerto Benito Salas, lo cual genera una restricción según el reglamento de la Aeronáutica Civil que no permitiría la construcción de la planta en ese lugar”.

“Llevarlo más hacia el norte, a sectores como La Mata o Fortalecillas, implicaría unos costos aún más elevados y, desde el punto de vista económico, sería inviable”.

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