Cuatro días antes de su captura, Harold Daniel Barragán Ovalle habló con EL TIEMPO y reconoció haber ocultado a alias el Costeño, principal sospechoso del asesinato de Miguel Uribe Turbay. Hoy, el joven de 26 años enfrenta un proceso por concierto para delinquir, homicidio y uso de menores en delitos.
DIARIO DEL HUILA, Actualidad
Todo está listo para que este martes 2 de septiembre la Fiscalía impute formalmente a Harold Daniel Barragán Ovalle, alias Harold o el Gordo, como el séptimo capturado dentro de la investigación por el homicidio de Miguel Uribe Turbay. Las autoridades lo señalan de haber colaborado con Elder José Arteaga Hernández, alias el Costeño o Chipy, en los días posteriores al ataque que conmocionó a Bogotá.
Barragán, de 26 años, fue detenido el pasado sábado en la noche por agentes del CTI y de la Policía en el barrio El Muelle de Engativá, el mismo sector donde semanas atrás había sido encontrado el Costeño. La cercanía geográfica de ambas capturas no fue coincidencia: según la investigación, Harold habría tenido un papel clave en ocultar al presunto autor material del magnicidio.
La entrevista antes de la captura
Lo sorprendente es que Barragán habló con EL TIEMPO apenas cuatro días antes de ser detenido. El martes 26 de agosto, en una conversación exclusiva, reconoció su papel en el caso:
“Sí fui el que lo metió allá. A mí la Sijín me cogió la tarde de ese día, pero me dejaron libre”, dijo en referencia al escondite en el que permaneció el Costeño.
Aunque aceptó haber facilitado la llegada de Arteaga al barrio El Muelle, intentó desmarcarse del homicidio de Miguel Uribe:
“Yo era como el hijo de él (del Costeño). Yo no tengo ningún vínculo con lo que pasó. No sabía nada de eso”.
Para los investigadores, esa versión no basta para eximirlo de responsabilidad. La Fiscalía lo llevará a imputación por cuatro delitos: concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, porte ilegal de armas y uso de menores en la comisión de crímenes.
Alias y conexiones criminales
En la entrevista, Harold aseguró que venía colaborando con las autoridades y que había entregado información sobre otros actores criminales. Mencionó a dos hombres conocidos como alias David y alias Bayron, supuestos socios del Costeño.
De acuerdo con fuentes judiciales, alias Bayron sería uno de los enlaces de Arteaga con organizaciones en Bogotá y en el departamento del Caquetá, específicamente con una disidencia de las Farc que opera en Belén de los Andaquíes. Ese nexo explicaría el tránsito de armas y drogas entre la capital y la región amazónica.
Puede leer: Exconsejera presidencial Sandra Ortiz, acusada por escándalo de la UNGRD
La Policía también obtuvo conversaciones de WhatsApp en las que aparece Harold bajo el alias el Gordo. En esos chats se evidencian intercambios con otro hombre identificado como Joan, en los que hacen referencia a un misterioso personaje apodado el Viejo.
Según los investigadores, el Viejo sería un hombre de unos 50 años que controló el narcotráfico en el desaparecido Bronx de Bogotá y que tendría conexiones con alias Homero, otro capo de ese sector. Ambos habrían extendido su influencia hasta el Caquetá, donde buscaron consolidar alianzas con el Costeño.
Un engranaje en la red
Aunque Harold intentó mostrarse como un actor secundario, la Fiscalía sostiene que su papel fue fundamental en la cadena de protección que permitió al Costeño moverse tras el asesinato de Miguel Uribe. Las pruebas apuntan a que Barragán no solo lo llevó hasta la vivienda en El Muelle, sino que además habría actuado como intermediario con otros contactos.
Las investigaciones también revelan que Harold se dedicaba a la venta de tusi en el barrio y que, gracias a esa actividad, mantenía relaciones con distintos grupos criminales. Ese entramado lo habría puesto en la posición de colaborar en la logística de ocultamiento de Arteaga.
La imputación que viene
La audiencia de imputación se realizará este martes 2 de septiembre. Allí la Fiscalía presentará las pruebas recogidas en chats, testimonios y labores de inteligencia. Si bien la defensa de Barragán insiste en que no participó en el homicidio, el ente acusador considera que su cercanía con el Costeño y sus contactos en el hampa son suficientes para vincularlo de manera directa al caso.
La captura de Harold completa el grupo de siete detenidos por el magnicidio de Miguel Uribe Turbay. Sin embargo, las autoridades no descartan nuevas órdenes de captura, pues las indagaciones han destapado una red compleja que conecta al narcotráfico del Bronx con las disidencias en el sur del país.
La pregunta que queda abierta es si Harold era realmente un joven arrastrado por la influencia de un capo al que consideraba casi como un padre, o si, por el contrario, fue una pieza consciente y activa en el engranaje criminal que terminó con la vida de Miguel Uribe Turbay.
Puede leer: Caquetá analiza impactos por cierre del puente El Avispero
