El ejercicio de la política y el debate democrático exige, de quienes ocupan cargos de elección popular, un manejo responsable y mesurado de la palabra. En escenarios institucionales como el Concejo Municipal de Neiva, cada intervención no solo queda registrada ante la opinión pública, sino que también puede tener consecuencias directas sobre personas, medios de comunicación y, en general, sobre el ejercicio mismo de la libertad de prensa.
En la sesión ordinaria del Concejo de Neiva, realizada el pasado 15 de agosto y transmitida públicamente, se emitieron declaraciones por parte del concejal Miller Osorio que involucran a este medio de comunicación. Tales manifestaciones, carentes de sustento verificable, generan un clima que puede afectar la integridad, el buen nombre y la seguridad de periodistas y trabajadores de la prensa.
El Diario del Huila reitera que su compromiso es con la verdad, el rigor periodístico y la ética informativa. La función de la prensa, amparada por la Constitución y reconocida por organismos internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, no es acomodar los hechos a intereses particulares, sino informar de manera veraz e independiente, incluso cuando esa labor incomode a algunos sectores.
Preocupa que, desde escenarios oficiales, se difundan afirmaciones que, más allá de cuestionar un trabajo periodístico, puedan interpretarse como señalamientos que estigmaticen o pongan en riesgo a quienes ejercen el oficio. En un contexto nacional en el que los periodistas enfrentan crecientes amenazas y hostigamientos, este tipo de mensajes tienen un potencial nocivo que no debe subestimarse.
La democracia requiere de un diálogo respetuoso, sustentado en argumentos y evidencias, no en descalificaciones. Los concejales, como representantes de la ciudadanía, tienen la obligación de velar por un debate constructivo que, en lugar de polarizar, contribuya a fortalecer las instituciones y el derecho ciudadano a estar informado.
Este medio hace un llamado a que las diferencias se tramiten en el marco del respeto y la argumentación, y a que el Concejo Municipal, como corporación, promueva un rechazo claro a cualquier expresión que ponga en entredicho la labor periodística sin fundamento. Proteger la libertad de prensa no es un favor a los medios, sino una garantía para toda la sociedad.







