Diario del Huila

La recurrente tragedia invernal

May 13, 2025

Diario del Huila Inicio 5 Opinión 5 La recurrente tragedia invernal

Por: Carlos Tobar

La ola invernal desnuda la debilidad ambiental del país. Los desastres que afectan en casi una constante universal a los más humildes, se extienden a lo largo y ancho del territorio nacional. Las inundaciones, las avalanchas, las remociones en masa…, se generalizan en un período de tiempo incierto porque las autoridades ya no tienen el conocimiento suficiente para saberlo.

En el Huila, como en muchas regiones las afectaciones son múltiples. En la región andina, donde las múltiples fuentes de agua (ríos, quebradas, riachuelos invernales) corren buscando su espacio vital, muchas veces invadido por la colonización humana. En la región de los valles y las llanuras entre ríos caudalosos, se cuentan por miles los damnificados de las eternas inundaciones, sin que gobierno alguno, pensando con visión de futuro, planee, proponga y desarrolle soluciones ciertas y seguras.

En las ciudades, las construcciones en zonas de alto riesgo porque son levantadas en áreas de altas pendientes o en flujos naturales de evacuación de aguas lluvias, se producen desastres de proporciones descomunales. En cuestión de minutos desaparece el esfuerzo de años de familias que, por imprevisión del estado, se han instalado en sitios proclives a la tragedia.

Pensando en el futuro, el país está en mora de afrontar con seriedad el problema ambiental con sus extremos de inviernos fuertes y calores o sequías interminables. El descalabro de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres – UNGRD, es una oportunidad para hacerlo.

Hay que reformarlo todo. Empezando por la planificación del uso del territorio. Los usos de los suelos y el agua, así como los bosques y zonas naturales de conservación, debe ser un propósito nacional de interés común. Esas tareas les quedaron grandes al Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, a las corporaciones autónomas regionales y a los gobiernos a todos los niveles.

No puede ser que intereses particulares, con buena o mala intención (porque los hay), definan el uso de riquezas naturales vitales para la supervivencia de las especies. Y, hago en ese sentido una pregunta incómoda: ¿quién decidió que las áreas de cordillera en el Huila se usaran intensivamente en el cultivo del café?

Es, y nos dicen que la causa final es el cambio climático. Que lo produce el calentamiento global. Que el principal responsable es el uso desbordado de los combustibles fósiles, indispensables en el suministro de energía vital para el funcionamiento de la sociedad moderna. Esta afirmación es un consenso mundial. Todos los expertos serios en todos los campos del conocimiento sobre la naturaleza han llegado a esa conclusión. Pero la forma de abordarlo es la pregunta del millón. ¿De qué manera podemos hacerlo sin afectar en materia grave el progreso alcanzado con el uso de la energía moderna?

La respuesta nacional debe tener la propuesta particular que nos permita contribuir con el propósito mundial en tal sentido.

Tal vez te gustaría leer esto