Por: Mario Solano
Se percibe una división entre el sector privado y el gobierno, la participación activa de los empresarios en la política es una necesidad estratégica y una responsabilidad. Las decisiones políticas afectan directamente el entorno en el que las empresas nacen, crecen y compiten. Ignorar la política es, ceder el control sobre factores que determinar el éxito o el fracaso de una empresa. Los impuestos, pagados por las empresas y sus empleados, es el combustible del motor estatal. Son estos recursos los que la política y los políticos gastan, asignándolos a diversos fines que impactan directamente al sector productivo. Desde la infraestructura hasta la financiación de programas de desarrollo, cada decisión de gasto público buena o mala, tiene un eco en el mundo empresarial. El sector público es el principal proveedor de servicios básicos indispensables para cualquier actividad comercial. Carreteras, puertos, energia y, crucialmente, la seguridad, son todos elementos que dependen de la politica. Cuando estos servicios son deficientes, los costos para las empresas se disparan, la competitividad se erosiona y el clima de inversión se deteriora.
La seguridad, tanto jurídica como física, es quizás el pilar más crítico que el Estado debe garantizar. Un entorno donde los contratos se respetan, la propiedad privada este protegida y los ciudadanos pueden operar sin temor a la delincuencia, es la base para la prosperidad económica. La voz del sector empresarial en el debate político debe impulsar reformas que fortalezcan el estado de derecho y mejoren las condiciones de seguridad para toda la sociedad.
La participación de los empresarios en la política es un compromiso con la construcción de un entorno más próspero y equitativo para todos. Su experiencia en gestión, innovación y eficiencia, pueden enriquecer el debate público y contribuir a la formulación de políticas que beneficien a sus empresas, que sienten las bases para un desarrollo sostenible y un bienestar generalizado. La política no es solo para los políticos; es un asunto de todos.
