La NASA presentó un conjunto de imágenes inéditas del cometa interestelar 3I/ATLAS, captado por diversas misiones mientras el objeto atravesaba el sistema solar y rozaba la órbita de Marte.
La publicación de los datos se retrasó debido al cierre del Gobierno estadounidense, pero ahora ofrece una ventana privilegiada a uno de los fenómenos astronómicos más inusuales observados en los últimos años.
El cometa fue detectado el 1 de julio y rápidamente llamó la atención de la comunidad científica: se trata apenas del tercer objeto interestelar registrado que ingresa a nuestro vecindario cósmico. Su paso cercano al planeta rojo, ocurrido en octubre, activó una operación coordinada entre múltiples sondas y orbitadores de la NASA que modificaron sus agendas para no perderse el evento.
A pesar de que ninguna misión contaba con cámaras diseñadas específicamente para seguir un cometa desplazándose a 246.000 kilómetros por hora, los equipos científicos consideraron que la oportunidad era irrepetible.
Una alineación excepcional alrededor de Marte
Durante septiembre y octubre, misiones en tránsito hacia el estudio de asteroides —como Lucy y Psyche—, así como sondas enfocadas en la observación solar —entre ellas Parker, SOHO y PUNCH— lograron registrar al visitante interestelar. En Marte, tanto el orbitador MRO como el rover Perseverance siguieron la trayectoria del 3I/ATLAS cuando pasó a solo 29 millones de kilómetros del planeta.
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Expertos de la Nasa explicaron que el momento del acercamiento fue clave, pues la Tierra no se encontraba en una posición adecuada para observar el cometa cerca de su perihelio, alcanzado el 30 de octubre.
Una de las observaciones más relevantes provino del orbitador europeo ExoMars Trace Gas Orbiter, que se encontraba unas diez veces más cerca del cometa que los telescopios terrestres. Las imágenes obtenidas desde un ángulo inalcanzable para observatorios en la Tierra permitieron mejorar los cálculos orbitales con una precisión diez veces mayor.
Además, los telescopios espaciales Hubble y James Webb también registraron al objeto, sumándose a un mosaico de observaciones que continúa creciendo.
Los científicos esperan que los datos combinados permitan comparar la naturaleza del 3I/ATLAS con la de cometas originados dentro del sistema solar.
Tras su perihelio, el cometa vuelve a ser visible para telescopios terrestres desde el lado opuesto del Sol. Está previsto que el 19 de diciembre pase a 270 millones de kilómetros de la Tierra, antes de reemprender su camino hacia el espacio interestelar, del cual provino.
Mientras avanza hacia la órbita de Júpiter, nuevas misiones —incluidas Europa Clipper y Juice— también intentarán captar sus últimos movimientos antes de que desaparezca para siempre del alcance de nuestros instrumentos.
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