Por: Alvaro Hernando Cardona González
El 12 de diciembre de 2024, la Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales y Agrarios, informó al país y a todos los estamentos gubernamentales, que en 29 de los 32 departamentos del país existen actividades mineras ilegales identificadas y detectadas. También informó que existen inveteradas deficiencias para combatir esta ilegalidad.
En el informe de la Procuraduría hay un aparte especial donde se afirma que en 26 de esos departamentos se ha detectado, la presencia de mercurio (un elemento altamente tóxico), lamentablemente muy usado para separar los metales preciosos de los sedimentos sin valor. De hecho, se calcula que al menos unas 70.000 hectáreas ya están contaminadas por mercurio, poniendo en riesgo las fuentes hídricas, la salud humana y animal, el suelo y el aire. Es decir que esta ilicitud atenta gravemente al medio natural y los recursos naturales que lo integran.
Como si ya no fuera delicado que una actividad sea ilícita, esta está dominada en su mayoría por las organizaciones criminales de Colombia (cobardes, pues no desean trabajar y esforzarse, sino enriquecerse rápido y fácilmente), tales como FARC, ELN, Frente Comuneros del Sur Clan del Golfo, Halcones del Suroeste y Oficina de Andes, Comandos de la Frontera, la “Comisión Miller Perdomo” y las bandas sanguinarias de Iván Márquez e Iván Mordisco que también dicen ser de las FARC. Y eso sin contar “clanes”, “combos” y quién sabe qué otros aglutinados alrededor del delito. Es que de acuerdo con el informe, cerca del 85% de las exportaciones de oro colombiano tienen un origen ilegal, y al menos un 70% de la extracción irregular proviene de actividades desarrolladas por bandas delincuenciales o al margen de la ley. Y ¿cómo no? El oro representa cerca de un 62% de las actividades mineras del país y desde mediados de año en Estados Unidos el kilo de oro cuesta cuatro veces más que un kilo de cocaína, según el Programa de Protección Ambiental de la Oficina de Asuntos Antinarcóticos de USA.
Además de los efectos sobre la indetenible violencia nacional y sobre el deterioro ambiental, estas ilegales actividades afecta las finanzas públicas pues no pagan impuestos, tasas o regalías. ¡Combatir el delito también ayuda a evitar aumentar los impuestos!
