Es la primera vez en la historia republicana del país, que un primer mandatario de los colombianos promueva y convoque a una huelga general de todas las instituciones democráticas del país, con el fin de presionar al Senado para que le aprueben las reformas sociales y la consulta popular que radicó hace dos días en la secretaría de la Corporación. El desespero electoral con el fin de generar apoyos en el constituyente primario, se le ha convertido en una obsesión. Busca a toda costa con dineros oficiales movilizar a los indígenas desde sus resguardos y a otras organizaciones sociales para que salgan a aplaudir sus expresiones incoherentes con la realidad nacional. El gobierno nacional no se da cuenta de la pauperización progresiva de los sectores poblacionales más vulnerables. La salud se encuentra en cuidados intensivos. Las EPS intervenidas desde hace dos años, no están prestando sus servicios adecuados y oportunos a los pacientes. Muchos de ellos, padecen un verdadero viacrucis porque no encuentran la atención de especialistas y el suministro de medicamentes. Las farmacias están haciendo sus negocios del siglo, porque los familiares deben comprarles de su propio peculio los remedios para sus enfermedades.
Igualmente, todos los agentes económicos del país se encuentran presionados por las organizaciones criminales para que les paguen sus vacunas, con el fin de seguir desarrollando sus actividades delincuenciales. La inseguridad está dominando el panorama nacional. Y como si fuera poco, el fuego amigo que se está generando al interior de los integrantes que conforman el alto gobierno, donde se enrostran la corrupción y el clientelismo político detestable, que están siendo investigados por los organismos de control que han iniciado investigaciones y enviado a la cárcel a algunos de ellos.
Aunque ésta, ha sido una constante en anteriores gobiernos, es la primera vez que ocurren por las denuncias suscitadas entre ellos mismos, en el interior del gobierno nacional. Parece una pelea interminable de perros y gatos, como lo afirman nuestros ancestros. Es muy deprimente este ambiente gubernamental, lo cual desvía la atención y la estructuración de políticas publicas para dar cumplimiento a los lineamientos establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo Nacional “Colombia Potencia de la Vida”. Por este motivo, los indicadores de desempeño y gestión, al igual que los indicadores económicos que han sido adversos, están generando un estado de inconformismo general entre las familias colombianas. No es oposición al presidente de la república. Simplemente todos los escándalos que se están presentando, están permeando negativamente la mentalidad del constituyente primario, que se encuentra cansada y decepcionada del gobierno del cambio. ¿Será que toda esta población saldrá hoy y mañana a respaldar la huelga nacional convocada por el presidente de Colombia y que votarán masivamente en las próximas elecciones por su candidato presidencial y congresistas de los sectores políticos afectos al ejecutivo?
