Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
Continuando con la temática planteada en mis columnas anteriores, deseo expresarles a mis lectores que cada una de las acciones de la Alta Dirección de la Usco que estaba desarrollando para que el edificio de la Facultad de Economía y Administración se las comentaba a mi equipo de profesores y nuestro personal administrativo, en las reuniones periódicas que teníamos. Por lo menos el pesimismo que se generó al inicio del anuncio oficial que por fin esta Unidad Académica iba a tener el edificio propio para el cumplimiento de sus actividades misionales, empezó a transformarse en optimismo en algunos profesores que eran incrédulos. Era natural, porque en anteriores administraciones, habían tenido toda la intencionalidad para ejecutar este sueño, pero que habían sido infructuosos e ineficaces sus esfuerzos para lograrlo. Les hago en estas líneas un justo y merecido reconocimiento por este esfuerzo institucional que realizaron.
Ya se tenían asegurados los recursos para la terminación. Pero mi sueño no era completo. Los recursos que se habían planificado, no estaba contemplado la terminación del Auditorio de nuestra Facultad. Una vez terminadas las obras, quedaba solamente el salón en obra negra como lo denominaban los maestros encargados de la construcción. Les tocaba a las futuras decanaturas seguir insistiendo para que las directivas de la Universidad asignaran los recursos para terminarlo. Ya se pensaba en la dotación de la Facultad. Los pupitres, sillas, pupitres, mesas y escritorios para las oficinas, salas de profesores, la instalación de los aires acondicionados, redes eléctricas y para el internet, las divisiones de las oficinas y los demás elementos necesarios para su funcionamiento optimo de las labores académicas. Mientras cumplía los últimos meses de mi decanatura, le solicité al Vicerrector Administrativo Julio Hernán Zambrano (Q.E.P.D.), 32 videobeam para instalarlos en cada uno de los salones y para entregarles dos a cada uno de los programas de Administración de Empresas y Contaduría Pública en las sedes de la Plata, Garzón y Pitalito. Con ello se evitaba que los estudiantes tuvieran que alquilarlos (les cobraban $10.000 por hora). Debían quedar empotrados en los techos de los salones. La Universidad los compró. No los alcance a recibirlos.
Mi periodo como Decano terminó el 18 de septiembre de 2010 y salí a disfrutar mi pensión de vejez a los 56 años. Tenía un régimen especial. El honorable Consejo Superior de la Usco, designó a la distinguida docente Patricia Carrera Bernal como nueva Decana de la Facultad de Economía y Administración de la Usco. Le tocó continuar con todo el proceso de dotación y asegurar que las obras se terminaran definitivamente. Debo reconocerle al Rector de la época Eduardo Pastrana Bonilla, que continuó apoyando todo este proceso Mi reconocimiento a este ilustre investigador. La inauguración oficial del edificio se dio en el mes de marzo de 2012 (no recuerdo la fecha), con la presencia de estudiantes, docentes, egresados y directivas de la Universidad. Aunque no me invitaron, yo asistí a este solemne evento. Inclusive comulgué como acción de gracias en la misa que se llevó a cabo en esta esta ceremonia. Me sentí muy contento y orgulloso porque se logró por fin que la Facultad más grande de la Universidad Surcolombiana tuviera su propio edificio. Me sentí tan feliz, como le sucede a un niño cuando le regalan un juguete. Con humildad jamás volví a comentar sobre mi actuar para lograr este objetivo de todos y dar cumplimiento con nuestro sueño.
En la próxima edición, seguiré comentando el desarrollo cronológico que se tuvo para la terminación del Auditorio de la Facultad de Economía y Administración, para lo cual, se logró gracias a la gestión de los Rectores Pedro León Reyes Gaspar y que fue culminado por la distinguida Rectora Nidia Guzmán Calderón, con el apoyo del Gobernador de la época Carlos Julio González Villa y posteriormente con la del Gobernador Rodrigo Villalba Mosquera, que fueron artífices para culminarlo. Se inauguró el pasado lunes 7 de abril de 2025.








