La reconocida cadena de restaurantes colombiana Frisby, famosa por su pollo frito crujiente y jugoso, se encuentra en una disputa legal con una empresa española que ha adoptado su nombre y identidad gráfica. La marca colombiana, que nació en Pereira en 1977 como una pizzería llamada Frisby, decidió ampliar su menú y agregar el pollo frito a su oferta después de que su fundador, Alfredo Hoyos, regresara de un viaje a Estados Unidos y se inspirara en la receta americana.
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Con el tiempo, Frisby se convirtió en un icono nacional en Colombia, expandiéndose por todo el país y estableciendo más de 270 restaurantes en 58 municipios. La empresa, que emplea a cerca de 5.000 personas, ha logrado trascender generaciones y convertirse en parte del ADN cultural de Colombia. Su pollo frito, preparado con una receta única que combina una capa crujiente exterior con un interior jugoso, se ha convertido en un símbolo de la gastronomía colombiana.
La disputa legal con la empresa española se complicó después de que la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) le diera el aval a ‘Frisby España’ para continuar empleando la marca. Esto ha generado un debate sobre la propiedad intelectual y la identidad de marca, y Frisby está decidida a proteger su legado y su sabor único en el exterior.
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La campaña de solidaridad con Frisby ha generado un gran apoyo en Colombia, donde la marca es querida y respetada por su calidad y tradición. La comunidad se ha unido para respaldar a la empresa en su lucha por defender su identidad y su legado, y se espera que esta campaña tenga un impacto positivo en la resolución del conflicto legal.
