La fiebre amarilla en Colombia: una crisis ambiental y de salud pública
El brote de fiebre amarilla en Colombia no es solo un problema epidemiológico aislado, sino un reflejo de una crisis ambiental y social que afecta la salud pública, según expertos en microbiología y epidemiología de la Universidad del Rosario.
Este brote vuelve a ser una amenaza debido a factores como la deforestación, la urbanización descontrolada, las migraciones forzadas y el cambio climático. Estos factores han alterado los ecosistemas naturales y favorecen la expansión del mosquito transmisor a zonas que antes estaban libres de riesgo.
(Consulte Huila fortalece vacunación contra la fiebre amarilla)
“No es solo un tema de mosquitos. Es un síntoma de un desequilibrio más profundo en nuestros entornos y sistemas de salud. Si no actuamos ahora, veremos más brotes y muertes”, advierte Luz Helena Patiño, coordinadora técnico-científica del Centro de Investigación en Microbiología y Biotecnología de la Universidad del Rosario.
Carlos Trillos, epidemiólogo y profesor de la misma universidad, afirma que la fiebre amarilla es una enfermedad grave que puede ser considerada una emergencia de salud pública de importancia internacional.

Según el Instituto Nacional de Salud (INS), entre 2024 y mayo de 2025 se han confirmado 87 casos y 39 muertes por fiebre amarilla en Colombia, con una letalidad preliminar del 44.8 %. La mayoría de los casos se registraron en Tolima, con 69 casos y 26 muertes.
La fiebre amarilla se transmite principalmente por el mosquito Aedes aegypti (el mismo que transmite dengue, zika y chikungunya). En zonas selváticas, otros mosquitos como Haemagogus y Sabethes también pueden transmitir la enfermedad.
(Puede ser de su interés: Terminal de transporte empezará a exigir carné de fiebre amarilla antes de comprar tiquetes)
El periodo de incubación es de 3 a 6 días y la enfermedad tiene tres fases:
- Fase inicial (3-4 días): fiebre alta, dolor de cabeza intenso, náuseas, vómitos, dolor muscular y lumbar. En algunos casos puede ser asintomática.
- Fase de remisión: síntomas desaparecen por 24 a 48 horas; muchas personas se recuperan aquí.
- Fase tóxica (15 % de los casos): la fiebre vuelve, aparece ictericia (piel amarilla), orina oscura, sangrados, problemas hepáticos y renales, convulsiones y coma. La muerte ocurre en 7 a 10 días en casi la mitad de estos casos.
Aunque hay una vacuna segura y eficaz, la cobertura no es suficiente. Se recomienda vacunar a personas entre 9 meses y 59 años, salvo excepciones médicas.
Para evitar el contagio, expertos sugieren usar repelente, ropa que cubra brazos y piernas, eliminar criaderos de mosquitos y vacunarse al menos 10 días antes de viajar a zonas de riesgo.









