Por: Julio Bahamón.
En la Alemania Nazi se impuso la máxima de que, repitiendo una mentira mil veces se podía convertir en una verdad. Eso es lo que han venido haciendo los partidarios de Gustavo Petro, desde hace varios años, mintiendo y calumniando a Álvaro Uribe Vélez con el “San Benito” de los tales falsos positivos, hasta el punto de que, según sus mentiras, la cifra con la que especulan de 6402 víctimas ha quedado desmentida reciéntenme en el informe de la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz), de que solamente han podido corroborar 1.934 casos, muchos de ellos aún por definir. Como lo afirmo el expresidente Álvaro Uribe durante el foro de seguridad celebrado el pasado 30 de noviembre en Bogotá: “no se discute el número de víctimas publicadas por la JEP, pues es tan grave una sola víctima o cualquier otra cifra, sino la carga política en el informe, versus la consistencia jurídica de la investigación”.
El tinglado alrededor de los falsos positivos fue montado por Juan Manuel Santos y Timochenko durante los años de negociación de la paz con los voceros las Farc, lo que le significo a Santos el premio Nobel de Paz.
A cambio Santos le permitió a Timochenko que fuera ese grupo narcoguerrillero quien se ocupara de la creación de una jurisdicción especial para dejar en la impunidad los delitos cometidos por su organización rebelde, tales como asesinatos, violaciones, feminicidios, crímenes de guerra de lesa humanidad cometidos durante los 60 años de vigencia del grupo sedicioso.
El último informe publicado por la JEP, sobre el tema, cubre los hechos ocurridos entre 2.002 y 2.008, esto es, parte del primer periodo y segundo periodo presidencial del gobierno de Álvaro Uribe. Lo que se les ha olvidado a los áulicos de Santos y de Timochenko, respectivamente, es que Juan Manuel Santos ocupo el ministerio de Defensa, por nombramiento que le hizo el presidente Uribe, y ejerció el cargo desde el 19 de julio de 2.006 hasta el 18 de mayo de 2.009, es decir, durante tres años y curiosamente Santos como ministro de defensa no se dio por enterado que la tropa bajo su mando estaba “cometiendo asesinatos a sus espaldas”. Lo que nos lleva a pensar que, Santos como ministro, o fue un incompetente, o cómplice del estropicio criminal.
Petro lo copio, y ha utilizado por muchos años la mentira para hacerle creer a sus adeptos que esa falacia es una verdad.
Esa patraña me hace recordar lo que ocurrió en Colombia en 1.946 cuando el entonces jefe conservador el Dr Laureano Gómez Castro, hombre influyente en la política colombiana, resolvió publicar en el periódico de la oposición, El Siglo, un titular en el que acusaba a los liberales, todos los dias, de haber introducido “un millón de cedulas falsas”, como estrategia mediática en el contexto de las tensas elecciones presidenciales del mismo año y posteriores conflictos electorales. ¿Qué logro Gómez Castro con esa mentira?: Logro deslegitimar al partido Liberal, cuestionar la transparencia del sistema electoral, fortalecer a su partido, (ganaron las elecciones en 1.946 y en 1.950) y a exacerbar la polarización política. La afirmación del millón de cédulas falsas reflejo el nivel de manipulación mediática, que es lo que han conseguido los enemigos de Álvaro Uribe haciendo viral una monstruosa falsedad.








